Por Erika Uribe
El montañista mexicano Yuri Contreras enfrentó nuevamente a la muerte en su intento de conquistar la cima del Broad Peak, de 8 mil 47 metros de altura, luego de sufrir una pulmonía que lo obligó a cancelar su misión que también contemplaba el ascenso al Gasherbrum II.
Ambos colosos, ubicados en el límite del Tíbet y Pakistán, cuyas alturas ascienden a 8 mil 47 y 8 mil 35 metros, formaban parte de un proyecto de Contreras que se basaba en subir dos “ochomiles” en una sola temporada (entre el 25 de junio y 19 de octubre), con una expedición conformada por cinco polacos.
La aventura, que pudo haber llevado a Contreras a la tumba de no haber sido rescatado oportunamente de la gélida zona, inició a finales de junio.
Los primeros días de julio la expedición se dedicó a la instalación de los campamentos base, a 5 mil metros de altura, el uno a 5 mil 300, y el dos, a 6 mil 400.
Tras cumplir con el proceso de aclimatación, el 21 de julio Contreras y el polaco Richard Pavlovski se enfilaron hacia la cumbre desde el campamento base.
Tres días después, al llegar al campamento tres a 7 mil 400 metros de altura, una tormenta de nieve los azotó y la salud de Contreras se agravó, por lo que decidió descender a la tienda (sic) dos.
Pero tras caer en una peligrosa grieta decidió que era momento de regresar al campamento base.
Ya en este lugar, el 27 de julio, la salud de Contreras empeoró, por lo que el español Pepe Garcés solicitó un helicóptero para sacar al mexicano de la zona, lo que logró el 1 de agosto.
“La vi cerca, como aquella vez en el Everest (en 1997 cuando se congeló las falanges distales de los dedos anulares y meñique de la mano derecha). Pero no es un fracaso porque estoy vivo, y el fracaso es morirse o no intentarlo por miedo.
“Pienso volver a la montaña, no sé cuándo, pero seguramente será combinando mis conocimientos como médico con los de montañista, por lo pronto me quedo con la experiencia”, añadió.
Reforma
Septiembre 23 de 1998