No necesitamos palabras para entendernos, pues perturbarían el imponente silencio y el ritmo acelerado de nuestros corazones en pleno esfuerzo. Ya estuvimos juntos delante de muchas paredes parecidas... con la cumbre pretendida sobre nosotros; debajo, una inmensa soledad que nos separaba de los hombres; en torno a nosotros, la confianza de la amistad, la única que puede permitir la entrada a estas zonas.

El retorno al mundo de uno es casi siempre más duro que despedirse de él.

Herbert Tichy

...la voluntad se debilita cuando los músculos se niegan a obedecer.

Gastón Rébuffat