En el auge de lo que se dio en llamar "escalada natural", los mexicanos seguían abordando una pared de mil metros (El Capitán) con clavos o, si lo hacían con otras herramientas, simplemente se convertían en novatos. De este modo, se llegó a formular la teoría de que los mexicanos teníamos limitaciones dada nuestra alimentación a base de tortilla y a nuestra mentalidad separatista. En este ambiente, tres escaladores universitarios, el mayor de ellos de 23 años, llegaron al Valle de Yosemite después de una preparación de más de un año y ascendieron "el monolito más grande del mundo".

Esta mentalidad ha sido precisamente la que ha distinguido a la Asociación de Montañismo y Exploración de la UNAM desde sus inicios: el enfrentamiento directo a los míticos tabúes que existen en la montaña y, más que en ella, en las mentes de los hombres. No se puede romper ningún tabú, ninguna marca anterior, ningún estándar, si no se tiene una mentalidad específica para ello.

La mentalidad se refleja en todos los actos del montañista. Y también de quien quiere serlo sin lograrlo. Un ejemplo de ello es la magnífica novela Al asalto del Khili-Khili, de W. E. Bowman, publicado en español en Madrid en 1957. Con este tercer boletín comenzaremos una nueva sección: la de literatura de montaña. Nuestra intención es que los libros raros, agotados o clásicos lleguen a las manos de quien lee este boletín.

Al asalto del Khili-Khili fue editado en español en 1957 en Madrid y es una deliciosa novela humorística sobre las grandes expediciones que se realizaban entonces a las montañas del Himalaya. Hay que recordar que en 1953 se ascendió por primera vez al Everest, por lo que no quedaba montaña más alta que ascender. ¿No quedaba? Eso lo descubriremos leyendo Al Asalto del Khili-Khili.

Finalmente, si alguno de nuestros lectores posee un libro clásico que merezca ser difundido de esta manera, háganoslo saber y con gusto realizaremos el trabajo para que sea transmitido por este boletín.