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Montañismo y Exploración
!Ahí va el agua!
26 septiembre 1996

El Club Alpino de México, que preside José María Aguayo, sigue sin encontrar las causas y condiciones que provocaron la muerte de 5 de sus más experimentados miembros. Para mí que tuve el honor de conocerlos en plena brega, el …







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El Club Alpino de México, que preside José María Aguayo, sigue sin encontrar las causas y condiciones que provocaron la muerte de 5 de sus más experimentados miembros.

Para mí que tuve el honor de conocerlos en plena brega, el hallazgo del video que ellos mismos tomaron durante la jornada trágica, debió esclarecer el misterio. Pero no. Todo parece tan normal: las condiciones climatológicas, la zona —muy cerca de las Cruces—, por la Media Naranja, pero sobre todo el hecho de que estaban a 5 minutos de culminar la actividad en pleno descenso.

La montaña posee un encanto especial que se fortalece cuando tiene uno el privilegio, como lo tuve yo, de ascender con gente experimentada, responsable, jovial, entusiasta. Cuando descendí del Popo tras pernoctar en el interior del cráter, muy cerca del labio superior, me sentí apoyado por un puñado de amigos, compañeros a quienes nunca pude agradecer en todo lo que valió su paciencia.

Quién se hubiese imaginado que ellos mismos perecerían un par de años después, cuando la actividad del Popo ya preocupaba seriamente a los vulcanólogos a quienes mis amigos trataban de informar con sus investigaciones, ellos, los héroes de la montaña humeante.

Sí, la cúspide nevada tiene sus misterios, los guarda celosamente. Y ni aun el testigo electrónico ha ayudado a esclarecer esta pérdida irreparable.

Hoy, el Popo permanece cerrado a los deportistas. El Club Alpino consiguió autorización oficial para realizar una nueva inspección. Su hallazgo fue emotivo. Ahí, a menos de 100 metros del lugar donde fueron encontrados los cuerpos de José Guadalupe Mandujano, José María N¡Ontiveros, Salustia García. Eduardo Ortiz y César Romero, estaban parte de sus implementos: 3 piolets, gogles rotos, guantes y la videocámara hecha pedazos ¡con el casette casi intacto dentro!

Son imágenes históricas que me conmueven, porque José Guadalupe Mandujano y compañía aparecen sonrientes, optimistas, ajenos a su trágico destino que se produciría sólo a 5 minutos después de terminar de filmar.

Arturo Izunza Olivares

El Sol de MéxicoSeptiembre 26 de 1996



 



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