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La cordilerra de Huayhuash, al sur de la Cordillera Blanca en los Andes peruanos, encierra todav\u00eda el sentido real de aventura en casi todas las escarpadas monta\u00f1as que la conforman. Aunque es com\u00fan ver una cantidad significativa de personas en sus zonas bajas realizando el famoso trekking (uno de los 10 m\u00e1s hermosos del planeta), es poco usual ver monta\u00f1istas escalando monta\u00f1as como el Yerupaj\u00e1 (6,634 metros), el Siul\u00e1 Grande (6,354) o el Jirishanca (6,094). Las tres son conocidas como monta\u00f1as muy dif\u00edciles y el mundo entero las conoci\u00f3 a trav\u00e9s de la pel\u00edcula Tocando el vac\u00edo<\/em>, de Joe Simpson.<\/p>\n
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El Jirishanca fue visitado por un equipo alem\u00e1n que realiz\u00f3 un importante intento a una de sus cumbres, retir\u00e1ndose de la monta\u00f1a cuando les faltaban menos de 100 metros para llegar a la cima.<\/p>\n
Michi Wohlleben, Arne Bergau y Johannes J\u00e4hn, del Equipo Salewa, acompa\u00f1ados por el fot\u00f3grafo Hans Hornberger, alcanzaron el campamento base, por encima del lago Carhuacocha (unos 4,500 metros), a finales de mayo, tras dos d\u00edas porteando sus suministros.<\/p>\n
El grupo decidi\u00f3 seguir la v\u00eda italiana (Deluca, Stopinni, Piccini, 2003) sobre la pared oriental de la monta\u00f1a. Las condiciones no fueron las mejores durante los primeros d\u00edas de su estancia: con lluvias continuas y nevadas, la pared acumul\u00f3 20 cm. de nieve, lo que hizo su progreso bastante lento.<\/p>\n
Al d\u00e9cimo d\u00eda alcanzaron el \u201cvivac Italiano\u201d (5,350), escalada que Wohlleben califica de \u201cterreno mixto traicionero y horrible\u2026\u201d Tras fijar cuerdas en todo este tramo, regresaron al campo base para descansar un d\u00eda completo. Cuando alcanzaron nuevamente el vivac italiano lo hicieron en una sola jornada y cavaron una cueva de hielo donde pasaron la noche antes de su ataque a la cumbre.<\/p>\n
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Las verdaderas dificultades empezaron ah\u00ed: tramos con dificultad de 6c+, A1\/WI 6- en terreno mixto. J\u00e4hn y Wohlleben hasta tarde y fijaron la cuerda para ganar tiempo al d\u00eda siguiente. Mientras, Bergau excavaba una cueva en el hielo para pasar otro vivac: ya estaban a 5,800 metros.<\/p>\n
Al d\u00eda siguiente alcanzaron la arista cimera, a unos 6,000 metros. Desde ah\u00ed vieron por primera vez la cumbre, casi al alcance de la mano, pero las condiciones de la nieve eran demasiado peligrosas para llegar a ella: cornisas inestables, nieve \u201ccoliflor\u201d y demasiada acumulaci\u00f3n de nieve que hac\u00eda imposible asegurar. Una apuesta demasiado riesgosa para seguir adelante y sobre todo para el descenso. Decidieron retirarse de la monta\u00f1a y quitaron toda la cuerda fija que hab\u00edan usado en los d\u00edas que se quedaron en la monta\u00f1a. \u201cNunca hab\u00eda escalado nada igual, ni siquiera en Alpes\u201d, comenta Wohlleben.<\/p>\n
El relato del grupo Alem\u00e1n no difiere mucho a los escritos por Walter Bonatti en 1961 (Rondoy, cumbre al segundo intento) Ricardo Cassin en el Jirishanca, cara oeste (1969) y Reinhold Messner en el Yerupaj\u00e1 Grande, cara este (1969, sin cumbre), entre otros. Todos coinciden en la extrema dificultad y los grandes peligros objetivos de las monta\u00f1as que conforman este macizo.<\/p>\n
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Conquistar una cima es lo m\u00e1s importante para los monta\u00f1istas, pero Wohlleben considera esta expedici\u00f3n como un gran \u00e9xito.<\/p>\n
\u201cVeo la meta 100% lograda cuando se asciende a trav\u00e9s de una ruta dif\u00edcil donde veo la cumbre, as\u00ed que hay un poco de buen sabor en este intento. Las condiciones eran muy dif\u00edciles y me empujaron a forzar mis l\u00edmites, tanto f\u00edsica como mentalmente. Ahora s\u00e9 que puedo subir las secciones dif\u00edciles, incluso a gran altitud y estoy motivado para la pr\u00f3xima expedici\u00f3n. Despu\u00e9s de todo, el objetivo m\u00e1s importante se logr\u00f3: \u00a1todos los participantes llegamos a casa sanos y salvos!\u201d<\/p>\n
\n El Jirishanca es conocido tambi\u00e9n como Jirishanca Grande, para diferenciarlo del Jirishanca Chico, que est\u00e1 cercano. Su nombre en quechua es traducido como \u201cPico de colibr\u00ed de hielo\u201d. En 1939 comenz\u00f3 su exploraci\u00f3n y desde el principio se le catalog\u00f3 como una monta\u00f1a muy dif\u00edcil. El primer ascenso lo realizaron Toni Egger y Siegfried Jungmeir en 1957.<\/em><\/p>\n
Michi Wohlleben es un monta\u00f1ista de alto rendimiento. Ha realizado escaladas de dificultad en Europa y otras cordilleras. Entre ellas, el ascenso a la pared norte del Eiger en s\u00f3lo 5:10 horas y las Grandes Jorasses en 8:31. Su incursi\u00f3n al Jirishanca es una muestra de la calidad t\u00e9cnica que tiene.<\/em><\/p>\n
\n Fuente<\/strong><\/p>\n
Michi Wohlleben<\/a><\/span><\/p>\n
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