{"id":14161,"date":"2010-06-15T00:00:00","date_gmt":"2010-06-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=14161"},"modified":"2012-03-22T13:28:07","modified_gmt":"2012-03-22T19:28:07","slug":"a_pie_por_la_isla_de_los_estados","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/montanismo.org\/2010\/a_pie_por_la_isla_de_los_estados\/","title":{"rendered":"A pie por la Isla de los Estados"},"content":{"rendered":"<p><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p>La Isla de los  Estados es un grupo de islotes que se encuentra situado en el extremo sur de  Argentina, en la Provincia de Tierra del Fuego, Ant&aacute;rtida e Islas del Atl&aacute;ntico  Sur, separada hacia el Este de la Isla Grande de Tierra del Fuego por el  Estrecho de Le Maire, de unos 30 kil&oacute;metros de ancho. Tiene una superficie  aproximada de 63,000 hect&aacute;reas y una longitud aproximada de 75 km, orientados  de oeste a este.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos01', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Acantilados en la costa sur.<br \/>\n  Fotograf&iacute;as: Sergio Anselmo.<br \/>\n  Click para agrandar<\/em><\/p>\n<p>Los meses previos a  la fecha de partida resultaron extenuantes. El proyecto significaba aislarnos  casi tres meses, y deb&iacute;amos tener en cuenta hasta el m&aacute;s peque&ntilde;o detalle. Alimentos,  indumentaria con propiedades t&eacute;cnicas espec&iacute;ficas, botiqu&iacute;n de primeros  auxilios, sistemas de comunicaci&oacute;n, GPS,&nbsp; equipos fotogr&aacute;ficos, c&aacute;mara de  video de alta definici&oacute;n, mapas, tablas de mareas, m&aacute;s de 90 bater&iacute;as,  art&iacute;culos de escalada, carpa, bolsas de dormir, aislantes y mucho m&aacute;s. Todo  fuer cuidadosamente elegido y distribuido. Llenaron nuestras mochilas que  llegaron a pesar entre 35 y 50 kilos.<\/p>\n<p><strong>La Partida<\/strong><\/p>\n<p>A bordo del velero <em>Fortuna<\/em> dejamos atr&aacute;s la ciudad de  Ushuaia y navegamos el Canal Beagle. La madrugada del d&iacute;a 23 de noviembre de  2009, con la vela mayor hinchada al viento y muy escorados, divisamos la so&ntilde;ada  Isla de los Estados. No debe existir un ser humano que no se estremezca ante la  silueta de la isla que en pocas ocasiones la niebla deja ver. La niebla la  cubre, la oculta, la cela. El mar la a&iacute;sla, el viento la acaricia y peina sus  bosques. La Isla me impact&oacute; fuertemente desde el primer momento. La vista ante  mis ojos esa madrugada, me dej&oacute; sin palabras.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos02', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>M&aacute;s acantilados.<\/em><\/p>\n<p>Isla de los Estados  dispone naturalmente que nadie la habite de forma permanente, con un relieve  monta&ntilde;oso que la cubre casi en su totalidad, clima oce&aacute;nico, bosques perennes  de guindos, canelos, l&iacute;quenes, helechos, musgos y turba; bah&iacute;as y fiordos de alt&iacute;simos  acantilados. El viento, que surge, sopla y cambia de direcci&oacute;n sin ninguna  raz&oacute;n, la lluvia, el granizo, la nieve, la niebla, la humedad y una geograf&iacute;a  totalmente irregular, movilizan los sentidos y los estados de &aacute;nimo. El tiempo  en la isla transcurre con una energ&iacute;a y aceleraci&oacute;n casi enloquecedora. El sol,  cuando se hace presente, es incandescente, luminoso, irritante, se derrama  encendi&eacute;ndolo todo; y cuando se oculta, la transformaci&oacute;n del entorno, de  brillante a sombr&iacute;o, deja una sensaci&oacute;n de ausencia.<\/p>\n<p><strong>De Puerto Parry a Puerto Hopner<\/strong><\/p>\n<p>Al d&iacute;a siguiente  comenzamos nuestro recorrido por la costa, partiendo desde Puerto Parry, que est&aacute;  en un fiordo aguzado y penetrante. Esta entrada&nbsp; profunda del mar que  pareciera cortar a la isla, como sucede en Puerto Cook, est&aacute; contorneada por un  cord&oacute;n de piedra de hasta seiscientos metros de altura que muere abrupto en el  mar. La marea, por unas horas, deja al descubierto una intransitable costa de  grandes piedras siempre resbaladizas, tapizadas por brillantes algas, lo que  hace muy complicado el caminar.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos03', 'jpg',820,554)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Pich&oacute;n de Becacina.<\/em><\/p>\n<p>Diciembre nos recibi&oacute;  con llovizna y nieve y en nuestro primer campamento la carpa soport&oacute; el granizo  durante m&aacute;s de una hora hasta acumularse alrededor. Esa primera noche  escuchamos un extra&ntilde;o canto que no pudimos identificar. Se repetir&iacute;a m&aacute;s suave  o m&aacute;s intenso durante toda nuestra estad&iacute;a en la isla, siempre por las noches.<\/p>\n<p>El verano en estas  latitudes tiene muchas horas de luz. El atardecer se prolonga perezoso con una  ligera claridad que permanece hasta el amanecer y nunca se hace presente la  noche completa. Las estrellas comienzan a aparecer t&iacute;midamente: una hermosa Cruz  del Sur y numerosos sat&eacute;lites parecen estar al alcance de nuestras manos y la  c&uacute;pula azul parec&iacute;a cubrir nos s&oacute;lo a nosotros en toda la isla.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos04', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Uno de nuestros campamentos.<\/em><\/p>\n<p>Despu&eacute;s de una  agotadora subida por una enmara&ntilde;ada red de musgos y &aacute;rboles que nacen y crecen  apenas aferrados a la monta&ntilde;a, subimos por una gran lengua de nieve. La piedra  remplazaba a la vegetaci&oacute;n y nos daba un respiro moment&aacute;neo. El viento nos  golpeaba el rostro y hac&iacute;a muy lenta la subida. Una vez arriba pudimos  descubrir el espl&eacute;ndido paisaje de cumbres con picos agudos. Entre ellas est&aacute;n  las lagunas: ubicadas en diferentes niveles, se comunican unas con otras por un  perfecto circuito de peque&ntilde;as cascadas que se diluyen en Puerto Hopnner,  caprichosamente irregular.<\/p>\n<p>El bosque se modifica  constantemente: amarillos estridentes, verdes casi fosforescentes, anaranjados,  marrones, ocres&hellip; los colores dominan nuestras miradas. Las orqu&iacute;deas  silvestres, bell&iacute;simas edelweiss, la drosera que coloreaban de rojo grandes  superficies, canelos que desprend&iacute;an un intenso y fresco perfume silvestre que  se apreciaba deliciosamente en el aire.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos05', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Pich&oacute;n de carancho.<\/em><\/p>\n<\/div>\n<p><!--nextpage--><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p><strong>La Playa<\/strong><\/p>\n<p>Descendimos luego  de haber bajado nuestras pesadas mochilas con una cuerda por casi quince  metros. Miramos hacia atr&aacute;s y observamos asombrados el acantilado por el que descendimos.  Esta costumbre nos acompa&ntilde;a siempre que descendemos, nos gusta mirar hacia  atr&aacute;s y observar desde otro punto de vista el esfuerzo y el riesgo ya superado.  Despu&eacute;s, pisamos la placentera superficie plana y s&oacute;lida de Playa Bedini.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos06', 'jpg',820,643)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Cascada de la Laguna Dufour.<\/em><\/p>\n<p>El afelpado lomo de  un adormecido lobo de dos pelos que se encuentra a pocos metros de nuestros  pies, recibe la calidez de un sol arisco y escaso que brilla interrumpido por  las nubes. Muy cerca una pareja de lobos de un pelo juega en el agua. En la  arena, nuestras huellas se mezclan con las huellas de un ciervo. Las seguimos y  logramos encontrarlo. El ciervo, al notar nuestra presencia, huy&oacute;. Ese majestuoso  macho fue nuestro primer avistaje de esta especie en la isla, nuestro primer  registro.<\/p>\n<p>Esa noche fue de  luna llena desparram&aacute;ndose en Playa Bedini, el mar, las monta&ntilde;as, el bosque en  el que estaba nuestra carpa. Una vez m&aacute;s, el suave canto extra&ntilde;o se repiti&oacute;  hasta la salida del sol. El mar sereno que nos recibi&oacute; en esta hermosa playa,  ha castigado con sus brav&iacute;as olas a numerosos barcos que han desaparecido junto  a sus tripulantes. Por toda la costa de esta peque&ntilde;a isla se pueden ver restos  de naufragios: son los testigos de gritos, penurias, esperanzas y desesperaci&oacute;n  de los n&aacute;ufragos.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos07', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<blockquote>\n<p align=\"center\"><em>Ejemplar de ciervo colorado, una especie introducida en la Isla de los Estados.<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n<p><strong>Bah&iacute;a Flinders: arena y sorpresas<\/strong><\/p>\n<p>Caminamos hacia el Oeste.  Ahora, adem&aacute;s de ciervos, encontramos manadas de cabras salvajes con sus  peque&ntilde;as cr&iacute;as. El peso de las mochilas&hellip; piernas y pies se manten&iacute;an constantemente  en equilibrio en superficies totalmente irregulares. En algunos bosques muy  espesos nos resultaba tan dif&iacute;cil caminar que por momentos una sensaci&oacute;n de  claustrofobia nos hacia detenernos para tomar aliento, poner en orden los  pensamientos y continuar. <\/p>\n<p>Descendiendo entre  ra&iacute;ces y paredes de barro llegamos a Bah&iacute;a Flinders. Posee dos peque&ntilde;as caletas  en donde el mar deposit&oacute; grandes cantidades de arena formando dunas muy altas.  Detr&aacute;s de ellas, parte del bosque ha quedado prisionero por toneladas de arena,  privado de nutrientes, muriendo lentamente. Un gran boy&oacute;n de amarre, que se  desprendi&oacute; de su cadena, duerme sobre la playa de una de las caletas, muy cerca  del mar&hellip;<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos08', 'jpg',820,549)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Colonias de ping&uuml;inos.<\/em><\/p>\n<p>Recorrimos los  alrededores. A veces, la gran cantidad restos de naufragios captaba nuestra  atenci&oacute;n por horas. Remontar un peque&ntilde;o arroyo o chorrillo nos puede llevar a  obtener la fotograf&iacute;a de una hermosa cascada, una peque&ntilde;a colonia de aves, o hacer  un asombroso descubrimiento, como nos sucedi&oacute; ese d&iacute;a.<\/p>\n<p>Hab&iacute;amos subido un  gran acantilado y, borde&aacute;ndolo, alcanzamos una cueva con una vista hermosa. A  resguardo del viento, nos sentamos en el suelo para apreciar la copa de los  &aacute;rboles que ten&iacute;amos por delante. A pocos metros, algo que brotaba de la tierra  llam&oacute; mi atenci&oacute;n y removimos delicadamente esa caja de sorpresas y comenzamos  a sacar una gran cantidad de mejillones, almejas, lapas, piedras con evidente  filo, huesos de aves, de ballena y de lobo marino, muchos de ellos quemados.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos09', 'jpg',820,555)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Comesebo.<\/em><\/p>\n<p>Aunque no somos  arque&oacute;logos, siempre nos interes&oacute; la vida aborigen. Fotografiamos  detalladamente todo el material de este incre&iacute;ble yacimiento y por la noche  conversamos sobre el acontecimiento del d&iacute;a. No pod&iacute;amos evitar un  estremecimiento al pensar lo que significaba encontrar un yacimiento aborigen  de estas caracter&iacute;sticas en la isla. Los abor&iacute;genes conviv&iacute;an con la  naturaleza, adaptados a ella. Llegaron hasta ah&iacute; navegando un mar muy peligroso  de corrientes indomables, con un gran oleaje, en simples canoas hechas de  corteza de troncos. Maravillados por esta demostraci&oacute;n de fortaleza, de  adaptaci&oacute;n a lo natural, de supervivencia, nos preguntamos: &iquest;Cu&aacute;ntos?, &iquest;C&oacute;mo?,  &iquest;Cu&aacute;ndo?&hellip;<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos10', 'jpg',820,550)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Orilla de una laguna.<\/em><\/p>\n<\/div>\n<p><!--nextpage--><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p><strong>Bah&iacute;a Crosley<\/strong><\/p>\n<p>Cruzamos durante  horas una gran pared de roca que cae al mar, acompa&ntilde;ados por un gran n&uacute;mero de  cormoranes. As&iacute; dejamos Bah&iacute;a Flinders y sus m&aacute;gicas dunas llenas de historias,  para llegar, luego de fuertes aguaceros y leves lloviznas, a Bah&iacute;a Crosley. Esa  madrugada la lluvia se prolong&oacute;. Al despertar, dudamos en continuar, pero la  comida ya era poca y deb&iacute;amos hacer frente al temporal.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos11', 'jpg',820,548)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Dep&oacute;sitos de arena en la Bah&iacute;a Franklin.<\/em><\/p>\n<p>Nuestra estaci&oacute;n  meteorol&oacute;gica port&aacute;til, pos&iacute;a un sistema de alarma de tormenta que comienza a  sonar por cambios de presi&oacute;n. Lleg&oacute; a sonar m&aacute;s de siete veces en un d&iacute;a. Tomar  los datos meteorol&oacute;gicos diariamente result&oacute; muy c&oacute;mico: la temperatura y la  presi&oacute;n parec&iacute;an alterar los censores del aparato y el &uacute;nico par&aacute;metro que se  manten&iacute;a casi estable era el de la alta humedad.<\/p>\n<p>Esta bah&iacute;a mira al NW,  posee dos playas de arena y piedra separadas entre s&iacute; por un kil&oacute;metro y medio  de bosque. Cada playa posee una baliza, y ambas est&aacute;n muy deterioradas. En sus  extremos tiene grandes acantilados decorados con cuevas. En el siglo XIX, Luis  Piedra Buena instal&oacute; en esta bah&iacute;a una f&aacute;brica de aceite. Ahora s&oacute;lo quedan sus  restos, cubiertos por arena.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos12', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Elefante marino juvenil.<\/em><\/p>\n<p>El gran valle que  nos seduce se despliega hacia el sur. Caminamos por un esponjoso y h&uacute;medo  pastizal de altos juncos que esconden profundos pozos de agua y barro. Dejamos  atr&aacute;s la zona&nbsp; monta&ntilde;osa para transitar el m&aacute;s extenso y plano valle que  se encuentra en la isla. Esta vez vamos a Bah&iacute;a Franklin, acosados por escuas  que nos acechan con vuelos rasantes: nos encontramos cerca de su colonia.<\/p>\n<p>El viento nos  sorprende con su fuerza incontrolable: mientras contorne&aacute;bamos una gran laguna,  una explosi&oacute;n gener&oacute; una espiral de agua de m&aacute;s de 40 metros de altura y  desapareci&oacute; de golpe al tomar contacto con la costa. Caminamos casi 12 horas  para llegar a Caleta Lacroix, totalmente mojados y embarrados. Aqu&iacute;, despu&eacute;s de  unos d&iacute;as de caminata, todo se halla humedecido: estuches de las c&aacute;maras,  bolsas de dormir&hellip; y la ropa tiene esa sensaci&oacute;n fr&iacute;a y maloliente generada por  la humedad.<\/p>\n<p>Permanecer muchos  d&iacute;as en la monta&ntilde;a y a la intemperie, logra destruir progresivamente todo, ya  lo hemos experimentado m&aacute;s de una vez. Cuerpo y temperamento sufren una notable  desintegraci&oacute;n, pero es vital para lograr integrarnos al medio ambiente. Este  proceso inevitable, del que debemos estar concientes y que lleva unos cuantos  d&iacute;as, trae aparejado momentos de intenso dolor f&iacute;sico, alteraciones del sue&ntilde;o y  el humor, cuestionamientos muy profundos que intentan boicotear nuestros  objetivos. Cuando todo esto se supera, llega un particular bienestar que hace  disfrutar absolutamente de cada momento.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos13', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Elefante marino.<\/em><\/p>\n<p>En Caleta Lacroix  pudimos contabilizar gran cantidad de fauna: entre ciervos, cabras, ping&uuml;inos,  jotes de cabeza colorada, caranchos, c&oacute;ndores, gaviotas, bandurrias, petreles,  gallinetas, cormoranes, zorzales, cauquenes, lobos marinos y huillin, especie  en peligro de extinci&oacute;n. Tambi&eacute;n hay restos de naufragios y hasta una cadena de  ancla: se cree que este ser&iacute;a el posible lugar en donde se produjera el  naufragio del &ldquo;Espora&rdquo; de Luis Piedra Buena en el a&ntilde;o 1873. M&aacute;s adelante, como  un cementerio, encontramos casi 20 cabezas de ballenas esparcidas por la playa.<\/p>\n<p><strong>Rumbo a Punta Pardou y Pen&iacute;nsula L&oacute;pez<\/strong><\/p>\n<p>Con direcci&oacute;n sur  comenzamos a subir para llegar a Punta Pardou. Muy lentamente ganamos altura y divisamos  la pen&iacute;nsula que se extiende hacia el mar y cierra la parte sur de Bah&iacute;a  Franklin. Un largo y agotador descenso entre renovales de canelos, grandes  &aacute;rboles ca&iacute;dos y helechos nos acerca a un bell&iacute;simo bosque de &aacute;rboles muy  grandes que posee un arroyo que desemboca en el mar.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos14', 'jpg',820,550)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>En las cercan&iacute;as de Bah&iacute;a Canepa.<\/em><\/p>\n<p>En el lado norte de  la playa, ping&uuml;inos de Magallanes y ping&uuml;inos penacho amarillo cubren la  monta&ntilde;a hasta los 300 metros de altura por miles. Angostas sendas facilita su  desplazamiento, van en busca de comida al mar y regresan a sus nidos sin  titubear. Hay colonias de cormoranes imperiales mezcladas&nbsp; pero conviven  en armon&iacute;a. Cerca de la costa, petreles gigantes y un grupo de lobos marinos  controlan la poblaci&oacute;n de ping&uuml;inos.<\/p>\n<p>Toda la pen&iacute;nsula  es una gran meseta de alta y tupida vegetaci&oacute;n mezclada con turba. Laa lagunas  parecen los espejos del cielo. Casi llegando al extremo sur, una colonia de petreles  gigantes estaban empollando. Ciervos y cabras corren a lo lejos.<\/p>\n<p>Esa noche salimos a  caminar y encontramos una imagen distinta, colmada de peque&ntilde;os insectos, ruidos  y sensaciones diferentes a las que hab&iacute;amos apreciado de d&iacute;a. Recorrimos los  alrededores por horas para llegar a un lugar estrat&eacute;gico en donde pudimos ver  la silueta de la hermosa isla grande de Tierra del Fuego que, con las luces de  un incre&iacute;ble amanecer, se contorneaba en nuestro horizonte. Record&aacute;bamos que  durante nuestra expedici&oacute;n por Pen&iacute;nsula Mitre ve&iacute;amos la Isla de los Estados, dibujada  en un amanecer fr&iacute;o del mes de abril del a&ntilde;o 2008.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos15', 'jpg',820,547)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>La escarpada costa sur.<\/em><\/p>\n<\/div>\n<p><!--nextpage--><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p><strong>Lagunas de altura<\/strong><\/p>\n<p>En muchas ocasiones  acamp&aacute;bamos por m&aacute;s de un d&iacute;a y nos dedic&aacute;bamos a recorrer los alrededores,  ascender algunas cumbres e identificar estas lagunas. En el interior de la isla  existen m&aacute;s de cien lagunas de agua dulce alimentadas por las constantes  precipitaciones. Se las puede encontrar totalmente de piedras, en turbales, o  escondidas en el bosque.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos16', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Faro San Juan del Salvamento, el &quot;Faro del fin del mundo&quot;.<\/em><\/p>\n<p>La laguna que m&aacute;s  nos impact&oacute; fue La Nieva. La vimos primero cuando observ&aacute;bamos por horas y  horas el mapa de la isla mientras organiz&aacute;bamos la expedici&oacute;n. Parece el cr&aacute;ter  de un volc&aacute;n dormido, rodeada de monta&ntilde;as de piedra, sin vegetaci&oacute;n. Es un ojo  de agua esmeralda al que no fue f&aacute;cil acceder. De ella surge un peque&ntilde;o r&iacute;o que  se transforma en una gran cascada y se pierde en el valle donde hab&iacute;amos  acampado. Muy cerca estaba el Monte Bove, el m&aacute;s alto de la isla, con 823  metros. Lo ascendimos para tener una vista panor&aacute;mica de toda la isla. Sergio  descubri&oacute; un pich&oacute;n de carancho negro.<\/p>\n<p>Por la &eacute;poca del  a&ntilde;o, las cr&iacute;as de varias especies estrenaban sus primeras horas de vida y nos  deten&iacute;amos el tiempo necesario para disfrutar y fotografiar nidos y pichones  que se encontraban en algunos casos en lugares pr&aacute;cticamente inaccesibles.  Despu&eacute;s de circundar la zona Este de la isla, Caleta Brent cerr&oacute; una etapa que  dur&oacute; un mes. Bajamos por el monte Fantasma hasta la playa de Puerto Parry,  donde est&aacute; el destacamento Luis Piedra Buena.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos17', 'jpg',820,552)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Gaviota cocinera.<\/em><\/p>\n<p><strong>Extremo Oriental<\/strong><\/p>\n<p>Soledad, piedra,  monta&ntilde;a, viento, lluvia, bosque y m&aacute;s soledad, m&aacute;s viento, m&aacute;s piedra, m&aacute;s  monta&ntilde;a y m&aacute;s bosque. A&uacute;n con una meta siempre, a veces era dif&iacute;cil continuar. El  paisaje cargado de energ&iacute;a sol&iacute;a ser el &uacute;nico en darnos fuerzas para seguir.  Desde Puerto Parry hacia el oriente, las monta&ntilde;as se encuentran m&aacute;s juntas, las  lagunas se suceden casi obligatoriamente, el acantilado del lado sur es tan  pronunciado que causa temor.<\/p>\n<p>En el lado oriental  de la isla hab&iacute;a muy mal tiempo: llovi&oacute; intensamente casi todos los d&iacute;as pero  cimos una isla diferente. Saturada por completo su capacidad de absorci&oacute;n, el  agua flu&iacute;a por cada cent&iacute;metro; una cascada que ca&iacute;a cerca de la carpa, al otro  d&iacute;a se encontraba acompa&ntilde;ada por tres cascadas m&aacute;s despu&eacute;s de una noche de  lluvia.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos18', 'jpg',820,554)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Huillin, especie en peligro de extinci&oacute;n.<\/em><\/p>\n<p>Puerto Vancouver y Puerto  Cook, unidos por s&oacute;lo 500 metros, forman el &uacute;nico istmo en la isla. Cook posee  a&ntilde;ejos vestigios del pasado: entre 1899 y 1902 un total confinamiento de vivos  durante las &eacute;pocas del presidio sepult&oacute; para siempre las almas de hombres y  mujeres que quedaron enterradas en la completa soledad de la Isla de los  Estados. Entre la vegetaci&oacute;n apenas se dejan ver una decena de cruces. Una  tumba tiene un cerco y una cruz de hierro forjado. A&uacute;n se mantiene en pie.<\/p>\n<p><strong>Cerca del Faro del Fin Mundo<\/strong><\/p>\n<p>En Punta Laserre, a  30 metros sobre el nivel del mar,&nbsp;se encuentra El Faro de San Juan de  Salvamento, el tambi&eacute;n llamado &ldquo;Faro del Fin del Mundo&rdquo; gracias a la novela de  Julio Verne. Comenz&oacute; a funcionar en 1884 y para 1902 la armada argentina  decidi&oacute; reemplazarlo por uno nuevo en la Isla Observatorio. Qued&oacute; abandonado y  se deterior&oacute; progresivamente. En 1998 se llev&oacute; a cabo su reconstrucci&oacute;n con  apoyo del gobierno franc&eacute;s.<u><\/u><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos19', 'jpg',820,550)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Perla Bollo en la Isla de los Estados.<\/em><\/p>\n<p>Puerto Roca tiene  la playa de arena m&aacute;s extensa de la isla, desde la cual se aprecian los Islotes  Yofre y la Isla Observatorio. Aqu&iacute; se encontraba una gran colonia de ping&uuml;inos  rey. Esta especie fue exterminada por cazadores en el siglo XIX, los mismos  arreaban a los ping&uuml;inos por caminos marcados por palos hacia los corrales, una  vez encerrados, proced&iacute;an a matarlos a garrotazos, luego le sacaban la piel y  la grasa para derretirla y obtener aceite. <\/p>\n<p>Los 12 kil&oacute;metros que  median entre Bah&iacute;a Colnnet y Puerto Parry los hicimos en 12 horas. Mientras  escrib&iacute;a esta parte del relato, recordaba lo que Sergio me hab&iacute;a contado cuando  est&aacute;bamos sentados en la costa de Punta Colnnet: su recorrido en solitario por el  oriente de la isla es f&aacute;cil de imaginar. Cada paisaje, cada sensaci&oacute;n descripta  me estremec&iacute;a; cuando lo miraba a los ojos, entend&iacute;a de qu&eacute; me hablaba.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos20', 'jpg',820,550)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Sergio Anselmino. Al fondo, la laguna La Nieva.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edosMap', 'jpg',920,599)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Mapa de la expedici&oacute;n por la Isla de los Estados<\/em><\/p>\n<\/div>\n<p><!--nextpage--><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<div align=\"justify\">\n<p>Regresamos a Puerto  Parry despu&eacute;s de un mes de andar por la zona Oeste de la isla. Recargamos  bater&iacute;as y fuerzas y secamos y reorganizamos nuestro equipo. Yo Hab&iacute;a perdido  casi 10 kilos y estaba agotada, as&iacute; que decid&iacute; no continuaren la segunda parte  de la expedici&oacute;n. Seis d&iacute;as despu&eacute;s, Sergio parti&oacute; solo rumbo al Faro del Fin  del Mundo. Con su fortaleza f&iacute;sica y mental logr&oacute; recorrer toda la isla y  cumplir su sue&ntilde;o. Regres&oacute; despu&eacute;s de 20 d&iacute;as totalmente mojado, notablemente  adelgazado pero con la mirada serena, satisfecho y realizado.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos21', 'jpg',820,549)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Lagunas y mucha piedra.<\/em><\/p>\n<p>D&iacute;as despu&eacute;s salimos  a navegar en kayak por las costas del fiordo para documentar lo que se ve desde  el mar. Pudimos disfrutar de varias navegaciones en kayak por Parry interior y  Parry exterior. En esta ocasi&oacute;n llegamos hasta Punta Colnnet, desembarcando as&iacute;  y accediendo a lugares donde es realmente complicado llegar a pie.<\/p>\n<p>Un d&iacute;a sereno de  sol nos permite navegar tranquilos, el kayak se desplaza r&aacute;pidamente. Grandes  bancos de algas pardas frenan el kayak y entonces sumerjo la filmadora en el  agua: peque&ntilde;os peces se cruzan entre las algas y enormes ostras se  incrustan&nbsp; en las piedras sumergidas bajo la alta marea; estrellas de mar,  caracoles, medusas, cangrejos y lobos marinos&hellip;<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos22', 'jpg',820,554)<\/script> <\/p>\n<blockquote>\n<p align=\"center\"><em>Las lagunas de la isla se conectan entre s&iacute; para dar un sistema de drenaje incre&iacute;ble.<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n<p><strong>El retorno<\/strong><\/p>\n<p>A s&oacute;lo diez d&iacute;as de  abandonar la isla nos invadi&oacute; la nostalgia y mientras fotografiamos la flora,  insectos, aves y realizamos varias expediciones cortas a lagunas y montes  cercanos, tratando olvidar el dia de partida. El 28 de enero del 2010 el buque <em>Aviso Teniente Olivieri<\/em>, nos llev&oacute; hasta  la Isla Observatorio, antes de emprender el final de nuestra expedici&oacute;n. Desembarcamos  en la isla &uacute;nicamente con las c&aacute;maras de fotos y de video. El faro de la isla funciona  desde 1902, cuando sustituy&oacute; al de Punta Laserre, con la historia adherida a  sus paredes, a sus puertas, a sus ventanas. La Isla Observatorio se eleva como  una gran planicie en el mar y nos qued&oacute; grabada la gran cantidad de fauna en  una superficie tan peque&ntilde;a.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos23', 'jpg',820,548)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Zona oriental de la isla.<\/em><\/p>\n<p>El primero de  febrero de 2010, despu&eacute;s de casi dos meses y medio de traves&iacute;a, regresamos a  Ushuaia con un registro de 20 mil fotograf&iacute;as, m&aacute;s de 30 horas de video de alta  definici&oacute;n y una important&iacute;sima&nbsp; recopilaci&oacute;n de datos sobre la fauna  marina y terrestre que habita la isla.<\/p>\n<p>Regres&eacute;&nbsp;con  los ojos llenos de estrellas y la frente mojada por la lluvia mezclada con la  sal del mar. Y regres&eacute;&nbsp;convencida de que ese d&iacute;a llegar&aacute;, cuando podamos  darnos cuenta que al lastimarla, nos lastimamos, que cada acci&oacute;n que sobrepase  los l&iacute;mites necesarios, es alejarnos de lo &uacute;nico que puede prolongar nuestra  existencia como seres humanos en el planeta, cuando nos demos cuenta de que lo  elemental que necesitamos para vivir, surge de la tierra que pisamos y del aire  que respiramos, cuando se restablezca el equilibrio, cuando la naturaleza cure  las heridas que le hemos hecho.<\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos24', 'jpg',820,549)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>A bordo del <\/em>Fortuna<em>.<\/em><\/p>\n<p>La fuerza que la  naturaleza posee y que hemos podido experimentar en estos extremos de la Tierra  nos demostr&oacute;&nbsp; que nada podr&aacute;&nbsp;con ella cuando ella decida&nbsp;  restablecer su equilibrio. Isla de los Estados, una maravilla natural, la  energ&iacute;a dominante, la fuerza, la incontrolable naturaleza.<\/p>\n<p align=\"center\"><strong>Nombres de los animales en la Isla de los Estados<\/strong><\/p>\n<table width=\"90%\" align=\"center\">\n<tbody>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">\n<div align=\"center\"><strong>Nombre com&uacute;n<\/strong><\/div>\n<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">\n<div align=\"center\"><strong>Nombre cient&iacute;fico<\/strong><\/div>\n<\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td width=\"50%\" bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Lobo marino de dos pelos<\/td>\n<td width=\"50%\" bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/328623\" target=\"_blank\">Arctocephalus australis<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Lobo marino de un pelo<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/328614\" target=\"_blank\">Otaria flavescens<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Petrel gigante com&uacute;n<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1049498\" target=\"_blank\">Macronectes giganteus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Huill&iacute;n<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/311557\" target=\"_blank\">Lontra provocax<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Elefante marino<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/328639\" target=\"_blank\">Mirounga leonina<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Becacina grande<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1049591\" target=\"_blank\">Gallinago stricklandii<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Gaviota cocinera<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/10560020\" target=\"_blank\">Larus dominicanus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Ping&uuml;ino rey<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1049608\" target=\"_blank\">Aptenodytes patagonicus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Ping&uuml;ino penacho amarillo<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1049612\" target=\"_blank\">Eudyptes chrysocome<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Ciervo colorado<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/328649\" target=\"_blank\">Cervus elaphus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Comesebo patag&oacute;nico<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1050375\" target=\"_blank\">Phrygilus patagonicus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Ping&uuml;ino de barbijo<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1064980\" target=\"_blank\">Pygoscelis antarcticus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Cabra salvaje<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/328692\" target=\"_blank\">Capra ibex<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Cormor&aacute;n cuello negro<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1049415\" target=\"_blank\">Phalacrocorax magellanicus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Cormor&aacute;n imperial<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1049404\" target=\"_blank\">Phalacrocorax atriceps<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Bandurria austral<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1049665\" target=\"_blank\">Theristicus melanopis<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Cauqu&eacute;n com&uacute;n<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1048516\" target=\"_blank\">Chloephaga picta<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Cauqu&eacute;n real<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1048517\" target=\"_blank\">Chloephaga poliocephala<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"> C&oacute;ndor andino<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1049160\" target=\"_blank\">Vultur gryphus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Jote cabeza colorada<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1049010\" target=\"_blank\">Cathartes aura<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Carancho<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/1178496\" target=\"_blank\">Caracara plancus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Gallineta com&uacute;n<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/915931\" target=\"_blank\">Rallus sanguinolentus<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<tr>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\">Zorzal patag&oacute;nico<\/td>\n<td bgcolor=\"#fefbf5\" style=\"border: 2px solid rgb(243, 242, 203);\"><em><a href=\"http:\/\/www.eol.org\/pages\/922666\" target=\"_blank\">Turdus falcklandii<\/a><\/em><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n<p><em>La  exploraci&oacute;n de la Isla de los Estados, declarada Reserva Ecol&oacute;gica, hist&oacute;rica y  Tur&iacute;stica en 1991, fue realizada por el proyecto f&iacute;lmico y fotogr&aacute;fico &ldquo;Por un  pensamiento diferente sobre nuestro entorno natural, no podemos respetar y amar  lo que no conocemos&rdquo; y tuvo como principal objetivo documentar cada sitio de la  isla, realizar un censo de fauna, dristibuci&oacute;n de animales introducidos (cabras  y ciervos) y registrar datos meteorol&oacute;gicos. Es un proyecto ecol&oacute;gico y  educativo avalado por el Museo del Fin del Mundo y el Centro Austral de  Investigaciones Cient&iacute;ficas CADIC-CONICET y aprobado por la Direcci&oacute;n de &Aacute;reas  Protegidas de la Provincia. Adem&aacute;s, fue declarado de inter&eacute;s provincial por el  Poder Legislativo de la Provincia de Tierra del Fuego. Se realiz&oacute; del 23 de  noviembre del 2009 al 1 de febrero del 2010.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos25', 'jpg',820,554)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Nuestro kayak.<\/em><\/p>\n<\/div>\n<p><!--nextpage--><script language=\"javascript\">function imgGrandeChica_old(nombreImagen, formato, ancho, alto){\tdocument.write('<a href=\"javascript:;\" onClick=\"window.open(\\'..\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_g.'+formato+'\\',\\'nombreImagen\\',\\'width='+ancho+', height='+alto+'\\')\"> <img decoding=\"async\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/'+nombreImagen+'_k.'+formato+'\" border=\"0\" \/><\/a>')\t}<\/script><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos26', 'jpg',820,550)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Paisaje de la costa sur.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos27', 'jpg',820,549)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Paisaje zona oriental.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos28', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Petrel gigante en su nido.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos29', 'jpg',820,618)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Ping&uuml;inera en Lacroix.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos30', 'jpg',820,553)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Ping&uuml;ino de barbijo.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos31', 'jpg',820,554)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Ping&uuml;ino penacho.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos32', 'jpg',820,554)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Ping&uuml;ino rey o emperador.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos33', 'jpg',820,550)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Puerto Vancouver.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos34', 'jpg',820,551)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Remando en el fiordo de Puerto Parry.<\/em><\/p>\n<p align=\"center\"> <script language=\"javascript\">\timgGrandeChica('3050-isla-edos35', 'jpg',820,556)<\/script> <\/p>\n<p align=\"center\"><em>Sergio en cercanias a Caleta Brent.<\/em><\/p>\n<div align=\"right\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"15\" height=\"14\" alt=\"\" src=\"\/images\/upload\/puma.gif\" \/><\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"<table width=\"100%\" cellspacing=\"2\" cellpadding=\"2\" border=\"0\" summary=\"\">\n<tbody>\n<tr>\n<td width=\"329\">\n<p align=\"justify\">La Isla de los Estados es un grupo de islotes en Tierra del Fuego, el extremo sur de Argentina. Perla Bollo y Sergio Anselmino la exploraron durante tres meses continuos y obtuvieron una gran cantidad de material foto y filmogr&aacute;fico, adem&aacute;s de una experiencia de vida intensa.<\/p>\n<\/td>\n<td width=\"129\">\n<div align=\"center\"><img decoding=\"async\" loading=\"lazy\" width=\"110\" height=\"100\" align=\"center\" src=\"http:\/\/montanismo.org\/images\/upload\/k_3050-isla-edos.jpg\" alt=\"\" \/><\/div>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n<p> <a href=\"http:\/\/montanismo.org\/2010\/a_pie_por_la_isla_de_los_estados\/\"><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":1335,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":""},"categories":[1007],"tags":[10058],"jetpack_featured_media_url":"","jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/p51GhY-3Gp","_links":{"self":[{"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14161"}],"collection":[{"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1335"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=14161"}],"version-history":[{"count":2,"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14161\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":17960,"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/14161\/revisions\/17960"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=14161"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=14161"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"http:\/\/montanismo.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=14161"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}<!-- html is corrupted -->