{"id":13985,"date":"2009-11-15T00:00:00","date_gmt":"2009-11-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=13985"},"modified":"2012-02-13T18:37:22","modified_gmt":"2012-02-14T00:37:22","slug":"gracias_por_la_compania_tomaz","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/montanismo.org\/2009\/gracias_por_la_compania_tomaz\/","title":{"rendered":"Gracias por la compa\u00f1\u00eda, Tomaz"},"content":{"rendered":"
La muerte de Tomaz Humar ha caído como plomo derretido. Como todo montañista de élite, tenía seguidores y detractores pero además permanecía oculto, atento al anonimato que le permitía no ganar fama, al menos más de la que ya tenía.<\/em><\/p>\n Comentarios tan trillados como “murió haciendo lo que le gustaba”, que se usa tanto como el de Mallory del por qué subía a las montañas, también se han dicho. Pero hay más, mucho más por decir, aunque las palabras son realmente escasas ante un sentimiento.<\/em><\/p>\n <\/p>\n En poco tiempo, grandes montañistas han perdido la vida: Jean Christophe Lafaille, Pavle Kozjek, Iñaki Ochoa, Piotr Morawski… y eso hace reflexionar sobre la validez del alpinismo extremo porque, como menciona María Coffey: “El precio del amor mutuo puede ser negociado con un adulto, pero ¿qué decir del amor confiado e incondicional de un niño?”<\/em><\/p>\n Aunque poco publicitado, Tomaz Humar dejó una honda huella. Se puede palpar y sentir en los muchos comentarios que hay en Internet. Y de ellos, el siguiente, escrito por Tina Sjorgen, redactora y co-fundadora de ExplorerWeb, tiene ese valor de los hechos y de los sentimientos por encima de los hechos de su muerte, pues es más importante recordar a alguien por la forma en que vivió.<\/em><\/p>\n <\/p>\n En el tiempo relativamente corto que ExplorersWeb<\/em> ha estado en el aire, hemos perdido demasiados grandes escaladores y amigos.<\/p>\n Tomaz Humar fue uno de los primeros que entrevistamos, el 16 de junio del 2003. El chat, ahora perdido de nuestros servidores, fue titulado: “Tomaz Humar, la vida en la línea veloz”.<\/p>\n <\/p>\n Tomaz Humar en la cumbre del Annapurna<\/em><\/p>\n Nanga y Annapurna<\/strong><\/p>\n No siempre fue fácil tratar a Tomaz. Intentando una nueva ruta en la cara del Rupal del Nanga Parbat, soloy en condiciones atmosféricas muy malas , fue rescatado en un esfuerzo conjunto por un gran número de gente buena. Al final, la armada paquistaní literalmente lo levantó de la poderosa pared.<\/p>\n No todos estuvieron felices por él. Tomó malas decisiones, dijeron los críticos, manejados por los medios y la fama. En el 2007 llegó su respuesta: una escalada solitaria en secreto al Annapurna. Fue la escalada de alta montaña más impresionante en el Himalaya ese otoño, mantuvo un perfil bajo y se lanzó a fondo por su objetivo.<\/p>\n Pero los críticos avanzaron de nuevo. Tomaz miente, dijeron, y mientras una escalada similar a la pared realizada por un equipo fue considerada hace tiempo como “una de las más grandes” de esa estación, Tomaz fue llemado “cobarde” por algunos medios.<\/p>\n “¿Algunos escaladores están confabulándose contra Tomaz?”, preguntó ExWeb, y revisó los hechos con los montañistas veteranos de la cara sur del Annapurna. Todos estuvieron de acuerdo en dos cosas: la escalada [de Tomaz] era grande y él era honesto.<\/p>\n <\/p>\n Tomaz Humar en el Dhaulagiri, en 1999<\/em><\/p>\n Jagat, este es mi fin<\/strong> <\/p>\n La impresionante vida de Tomaz Humar llegó a su fin en un pico desconocido, en compañía de un cocinero local, Jagat, en una escalada que la que pocos sabían.<\/p>\n En la tarde del 9 de noviembre, Asian Trekking recibió una llamada desde el CB de que Tomaz había tenido un accidente aproximadamente a 6,300 metros en el Langtang Lirung. Un helicóptero con cuatro escaladores sherpas nepaleses fue enviado al siguiente día. Jagat habló con Tomaz la última vez esa mañana, a las 10 AM. “Jagat, es mi fin”, dijo Humar.<\/p>\n Una búsqueda aérea y una escalada realizada por los rescatistas sherpas fracasó en localizar a Tomas y regresaron al campamento base el 12 de noviembre. El grupo de rescate Air Zertmatt Swiss llegó a Katmandí al siguiente día. En la mañana del 14 de noviembre, los suizos volaron con dos helicópteros a Langtang después de entrevistarse con el equipo de Asian Trekking.<\/p>\n El pioloto Robert Andenmatten y el escalador y rescatista Simon Anthamatten (miembro del equipo de rescate de Iñaki Ochoa de Olza en el Annapurna y reciente ascensionista del Jasemba) encontraron a Tomaz a 5,600 metros en la pared sur. Robert bajó a Simon con una cuerda estática de 25 metros hasta el sitio del accidente. Pero era demasiado tarde. Tomaz había muerto, aparentemente después de fracturarse la pierna en una caída.<\/p>\n <\/p>\n Tomaz Humar, en el campamento base del Dhaulagiri, 1999<\/em><\/p>\n El mejor hombre<\/strong><\/p>\n Piotr [Morawski], Iñaki [Ochoa], Pavle [Kozjek]… ¿por qué son siempre los buenos?, preguntamos. ¿Por qué no una gran avalancha cubre a todos los mentirosos y los enredosos y los cobardes?, susurramos. De verdad. ¿Porque estos tipos, de los que tenemos tan pocos?<\/p>\n Todos muy diferentes, tenían una cosa en común: fueron por su propio camino.<\/p>\n El Piolet de Oro premia la innovación, originalidad e independencia, eso si se obedece una serie de reglas y enseñanzas. Tomaz Humar nunca consiguió el Piolet de Ori por el Annapurna, pero sí lo Mejor de ExplorersWeb. Gracias por la salvaje compañía, amigo y por favor di “Hola”.<\/p>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" La muerte de Tomaz Humar ha caído como plomo derretido y los comentarios sobre su muerte no se han hecho esperar, pero preferimos recordar a Tomaz Humar por la forma en que vivió. ExplorersWeb hace un recuento más humano de la leyenda.<\/p>\n<\/td>\n\n\n
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