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La Travesía del Torre recorre de norte a sur la línea de cumbres formada por la aguja Standhardt, Punta Herron, la Torre Egger y Cerro Torre, con un desarrollo vertical de unos 2,200 metros.<\/p>\n

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Esta travesía en el macizo Chaltén en la Patagonia argentina, fue idea de los italianos Andrea Sarchi, Maurizio Giarolli, Elio Orlandi y Ermanno Salvaterra, quienes la intentaron en varias ocasiones a finales de los ‘80 y principios de los ‘90s. En 1991 Salvaterra, junto con Adriano Cavallaro y Ferruccio Vidi lograron escalar la Punta Herron, completando lo que fue el primer ascenso a este pico. Salvaterra escaló Punta Herrón abriendo una nueva ruta por la arista norte: la estética Spigolo dei Bimbi<\/em>.<\/p>\n

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A principios de 2005, el alemán Thomas Huber y el suizo Andi Schnarf completaron la travesía Standhardt a Egger. Habiendo planeado sólo escalar la Standhardt por la vía Festerville<\/em>, en la cumbre decidieron continuar a la Egger y, moviéndose livianos y rápidos, completaron esta sección de la travesía en treinta y ocho horas, viaje redondo, y descendieron por la ruta Titanic<\/em> en el filo este de la Egger.<\/p>\n

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A finales de 2005 Salvaterra, junto con Alessandro Beltrami y Rolando Garibotti, resolvieron la pieza que le faltaba al rompecabezas de la travesía cuando escalaron el Cerro Torre por el norte, abriendo una nueva ruta: El Arca de los Vientos<\/em>. Con una ruta finalmente completada desde el Col de la Conquista hasta la cumbre del Cerro Torre, Salvaterra volvió en 2006 con Beltrami y Garibotti a intentar de nuevo hacer la travesía, pero el mal tiempo les impidió avanzar más allá de la aguja Standhardt. Persistente, Salvaterra volvió a finales de 2007 con Alessandro Beltrami, Mirko Masse y Fabio Salvodei. En ese intento escalaron la Standhardt por la propia vía de Salvaterra Otra vez<\/em> y continuaron escalando la Herron y la Egger. Descendieron al sur hasta el Corredor de la Conquista, y escalaron un largo del Cerro Torre antes de tener que retirarse. <\/p>\n

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Durante esa misma ventana de buen tiempo, Garibotti, junto con Hans Johnstone, inició la travesía en la Standhardt por la vía Festerville<\/em>. Escalaron la Punta Herron y la Egger, y continuaron más allá del Corredor de la Conquista<\/em>, completando la mitad de la porción superior de El Arca de los Vientos<\/em> en el Cerro Torre, antes de tener que volverse por la formación de un hongo de hielo que les impidió seguir.<\/p>\n

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Garibotti, habiendo ahora hecho todas las partes de la travesía, decidió quedarse en El Chaltén por el resto de la temporada para hacer hacer otro intento a la travesía. Formó equipo con algunos compañeros, incluyendo Bruce Miller y Bean Bowers, pero no fue hasta que se asoció con Colin Haley que llegó otra ventana de buen tiempo para otro intento. Haley, quien aplazó un semestre sus estudios universitarios para quedarse en Patagonia más tiempo, completó el año pasado una primera conexión entre el Cerro Torre de la vía A la Recherché du Temps Perdu<\/em> con la porción superior de la vía de la cara oeste, junto a Kelly Cordes.<\/p>\n

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A mediados de enero de 2008 Alex y Thomas Huber, con el suizo Stephan Siegrist llegaron a El Chaltén con esperanza de intentar la travesía. El 21 de enero, en condiciones meteorológicas poco menos que ideales, Haley y Garibotti comenzaron la travesía mientras los Huber y Siegrist decidían que las condiciones no eran las propicias.<\/p>\n

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Haley y Garibotti escalaron la aguja Standhardt vía Exocet<\/em>, alcanzando la cumbre poco después del mediodía, luego rapelearon hacia el Corredor de los Sueños<\/em> entre la Standhardt y la Herron. Escalando la Herron por Spigolo dei Bimbi<\/em> se toparon con rocas recubiertas con hielo y debieron hacer variantes a los largos 2, 3 y 4. Ralentizados por las condiciones de la nieve y el tiempo ventoso, vivaquearon debajo de los hongos somitales de la Herron. El 22 de enero, con un clima perfecto pero sintiéndose inusualmente cansados (probablemente debido al monóxido de carbono por cocinar dentro de su bolsa de vivac), continuaron con la Herron y la Egger. En el filo norte de la Egger, también se vieron forzados a escalar por algunas variantes para eludir más rocas recubiertas con escarcha de hielo.<\/p>\n

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El buen tiempo generó temperaturas inusualmente altas, y antes de llegar al Corredor de la Conquista debieron hallar un lugar donde protegerse de la caída hielo, y pararon a vivaquear a alrededor de las cinco de la tarde bajo un saliente de roca. La mañana siguiente, 23 de enero, les dio una agradable sorpresa al ver que el hongo de hielo que había detenido el anterior intento de Garibotti y Johnstone dos meses antes había desaparecido. <\/p>\n
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Haley y Garibotti encontraron la parte superior de El Arca de los Vientos<\/em> en condiciones peores que las que Garibotti había tenido en 2005, y debieron limpiar mucho hielo de las grietas. Garibotti se vio obligado a poner un bolt en un péndulo clave para evitar otro hongo de hielo. Cansados de los dos días previos y de las demoras por las malas condiciones, llegaron al tope de la pared norte del Cerro Torre a las cinco de la tarde, y de ahí unieron los largos finales de la ruta Ferrari en la cara oeste.<\/p>\n
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Escalaron dos largos dentro de túneles naturales de hielo para alcanzar la base del último largo, famoso por haber hecho volverse atrás a muchos escaladores. Haley y Garibotti, quienes ya habían punteado este largo final, lo hallaron aun más difícil que antes. Este último largo lo escalaron cavando arduamente trincheras verticales en el hielo y como ninguna otra cordada lo había aún intentado en esta temporada, los 50 metros sin protección por el hielo fueron intimidantes. Haley intentó el largo al atardecer, cavando diez metros de canal vertical en una hora, antes de que terminara el día. Bajo una luna llena vivaquearon a un largo de la cumbre del Cerro Torre.<\/p>\n
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“Descansados” tras una larga noche tiritando, Haley atacó el largo nuevamente, cavando un túnel desde el tope de su canal vertical. Le tomó tres horas hacer un túnel de veinte metros dentro del hongo de hielo, para salir a otro túnel formado naturalmente. Al mediodía del 24 de enero alcanzaron la cima del Cerro Torre, completando el primer ascenso de la fantástica Travesía del Torre. Después de un breve descanso, descendieron por la Ruta del Compresor<\/em>, en el filo sudeste, para llegar al glaciar al anochecer.<\/p>\n
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Para una mayor eficiencia, Haley y Garibotti dividieron las guiadas en la ruta según sus diferentes habilidades: Haley llevó la punta en los largos de hielo y Garibotti los de roca y de roca escarchada. El segundo jumareaba con un mochila pesada y el primero escalaba con otra ligera que a veces izaba, según el terreno. Debido a las malas condiciones escalaron más lento de lo previsto, y coronaron el Cerro Torre ya sin comida. Con buenas condiciones meteorológicas y con el largo final de la Ferrari<\/em> previamente excavado, sienten que la travesía podría hacerse significativamente más rápido.<\/p>\n
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Aunque el éxito en la travesía del Torre ha sido elusivo por las dificultades con la estrategia y el tiempo, Garibotti opina que involucra poca escalada extrema, con dificultades nunca por encima del 5.11 y A1. Aparte del último largo de la vía Ferrari, no hay realmente otros largos verdaderamente comprometidos. Garibotti cree que el futuro de la escalada en Patagonia está, no tanto en los encadenamientos o travesías, sino en repetir en estilo alpino las enormes rutas abiertas en los años ‘80, tales como la cara sur del Cerro Torre de Silvo Karo y Janez Jeglic, o su Directísma del Diablo en la cara este.<\/p>\n
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Sintiéndose en parte responsable por la postergación de una carrera académica, Garibotti sintió alivio cuando al volver a su vivac en el valle del Torre Haley exclamó: “La Travesía del Torre es mucho mejor que la tarea de mineralogía”.<\/p>\n
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Un gran agradecimiento especial va a “il Maestro”, Ermanno Salvaterra, por la idea, por la inspiración y por llevar veinte años mostrándonos el camino…<\/p>\n
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En la Patagonia. el Cerro Torre se dibuja como una línea que separa tierra de cielo. La travesía integral ya había sido intentada y en noviembre casi lograda. Pero Rolando Garibotti se quedó para tratar de nuevo… y esta vez la logró, junto con el estadounidense Colin Haley.<\/p>\n<\/td>\n
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