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$\"\"$ A las 17:45 hora local, llevé mi embarcación hasta la bella playa arenosa de Antigua en la Punta Jabberwaki. Mi remada de tierra a tierra finalmente acabó.<\/em><\/p>\n

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Este mensaje lo emitió el 14 de junio Bhavik Gandhi, originario de la India, quien se propuso ser el primer asiático que cruzara el Atlántico a remo solo y sin asistencia. El mensaje tiene una gran satisfacción por haber cumplido su objetivo pero también mucho de alivio. Gandhi se encontró con la regla de que si algo puede ir mal, seguramente irá mal. A él le pasó.<\/p>\n

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$\"Salida$ <\/p>\n

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Partió a bordo de su embarcación Miss Olive<\/em> el lunes 12 de febrero pero casi desde el principio tuvo problemas: vientos que no le dejaban avanzar y una vez que remó hasta deshacerse de ellos, se vio envuelto en otros vientos fuertes que hicieron que uno de los pernos que sostenían su timón, se aflojara. Terminó quitando el timón para no dañar la embarcación, pero se quedó prácticamente a merced de las corrientes marinas y de los vientos. Cada corrección que hacía le costaba mucho trabajo. “Es el doble de difícil”.<\/p>\n

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Varios días después se vio en una calma chicha, sin vientos ni casi movimiento del mar. “Iría más rápido caminando”. Y aunque no avanzaba mucho, pudo nadar junto a delfines. “La gente me pregunta ¿por qué? ¿Por qué cruzar el Atlántico en un bote a remo, sólo dos pies por encima del agua. Cómo me gustaría poder apuntar a días como este y decir “¡Este es el por qué!” Es imposible hacer justicia a los delfines con sólo ver las fotos. Son magníficas criaturas y parecidas al hombre. Este ha sido uno de los momentos más memorables del viaje. Todas las dificultades enfrentadas en tierra parecen poco precio por una experiencia como la de hoy.”<\/p>\n

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$\"Miss$ <\/p>\n

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Días más tarde, descubrió que tres de los compartimientos de su bote hacían agua. La embarcación, en parte inundada y sin timón, se volvió aún más inestable. El exceso de humedad y la pintura clara del interior del bote le impedían localizar las fuentes de agua pero se las ingenió con pasta de dientes y tinta para hacer una especie de rastreador con el cual localizó las entradas y las selló con lo que pudo, incluyendo bolsas de plástico. Miss Olive, mientras tanto, era rastreado por satélite por si se necesitaba una acción de rescate.<\/p>\n

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Mientras tanto, sus compañeros habían pasado de delfines a tiburones y seguía teniendo problemas con vientos, corrientes, timón y entradas de agua. Para el 15 de mayo, Gandhi ya pensaba en alternativas de término de su viaje y que “cualquier isla serviría” para terminar, mientras trabajaba para producir suficiente agua potable del mar. También hizo un inventario de cómo estaba:<\/p>\n
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$\"Bhavik$ <\/p>\n
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Cabello: Repleto de sal. Estoy ahorrando mi agua dulce para beber. El cabello comienza a quedar atrapado por las cintas de Velcro en la pared de la cabina, así que pueden darse una buena idea de su textura actual.<\/em><\/p>\n
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Ojos: Lastimados de horas sin fin de mirar al horizonte mientras remo. Debo usar los lentes para solo todo el día. Mirar por periodos largos una superficie reflectante es muy cansado para los ojos.<\/em><\/p>\n
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Manos: Unas pocas ampollas en las manos por remar. El mayor problema es que quedo engarrotado de los dedos porque mantengo los remos por doce horas al día. En las últimas semanas esto empeoró e hizo que tareas tan simples como comer, escribir o teclear en la laptop fueran difíciles de realizar.<\/em><\/p>\n
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$\"El$ <\/p>\n
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Piernas: Unas pocas magulladuras alrededor de las uñas. Siento los músculos de las piernas cada vez más débiles porque no camino.<\/em><\/p>\n
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Piel en la espalda: El agua de mar deja cristales de sal en el colchón y la bolsa de dormir. Como resultado, tengo miles de pequeñas rascaduras en la piel por dormir y el movimiento del bote.<\/em><\/p>\n
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Piel en los hombros. El arnés de cubierta que uso está cortando constantemente la piel. Recientemente cambié mi línea de seguridad a estar atado a la cintura.<\/em><\/p>\n
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Piel en los pies: La piel en mis pies está comenzando a pudrirse porque está constantemente mojada.<\/em><\/p>\n
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Musculación general: El dolor se ha ido reduciendo desde que partí hasta hoy. Los músculos que tengo que usar por movimientos repetitivos son pocos. He variado mi posición de remada para incrementar el rango de actividad. Usar la bomba para producir agua y nadar también ayuda a trabajar diferentes músculos.<\/em><\/p>\n
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$\"Bhavik$ <\/p>\n
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Trasero: Tengo serias llagas por estar sentado tanto tiempo remando. Dos de ellas sangran.<\/em><\/p>\n
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Peso: Siento que he perdido alrededor de 15 kilos. Pesaba 100 al principio. Las raciones de comida son ricas en carbohidratos (pasta y arroz). Sin embargo, mi cuerpo necesita ahora más proteínas que carbohidratos. He incrementado mi ingesta de proteína.<\/em><\/p>\n
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En general me siento saludable. Es fabuloso estar aquí, sin contaminación, humo de cigarrillos o polvo. El aire es puro y al ejercicio se siente bien.<\/em><\/p>\n
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Hacia su día 80, Gandhi luchaba constantemente por no dejarse apabullar por lo riguroso de su viaje y mantenía su humor pese a que un capitán de barco con quien había tenido contacto vía VHF le dio el pronóstico del tiempo para las siguientes 72 horas que le pronosticaba vientos de 35-40 nudos (65-75 kilómetros por hora) y olas de 5 a 6 metros. “Esto no es divertido”.<\/p>\n
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“Mi humor depende mucho de qué tan cansado esté, de la hora del día, de los kilómetros que haya remado, del tiempo, problemas con el bote, etc. La comida, música y distracciones como la vida marina alrededor del bote ayudan mucho a mejorar la atmósfera a bordo.”<\/p>\n
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$\"Atardecer$ <\/p>\n
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También tuvo problemas como el tráfico de grandes embarcaciones pero una mayo aún: la tormenta tropical Barry se formaba hacia el oeste de donde estaba y él se dirigía a ella. Las olas crecieron y hasta tres metros durante un par de días. Mientras tanto, comenzó una dieta líquida.<\/p>\n
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El 6 de junio envió un mensaje vía SMS en el que decía que se había volcado a las 3 de la mañana, se había roto uno de sus remos y que intentaría repararlo pero que nadie se comunicara con él porque estaba tratando de ahorrar las baterías de su teléfono satelital, pues se había quedado sin baterías, y que llamaría para un rescate. Para entonces, Gandhi estaba a 159 millas náuticas (294 kilómetros) de Antigua y el rescate se preparó esperando la llamada.<\/p>\n
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Pero la llamada no llegó pidiendo auxilio, sino paciencia porque Bhavik Gandhi continuaba con un remo roto, sin electricidad, sin radio, sin timón y con los compartimientos aún llenándose de agua, aunque tan poca que ya no lo notaba: “No quiero el rescate. Intentaré manejarlo todo”. Las autoridades de Antigua le ofrecieron ir por él declinó la oferta.<\/p>\n
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Sin electricidad, no tenía forma de comunicarse ni de que embarcaciones más grandes lo “vieran” y estaba “un poco estresado”. “Cojearía” en Miss Olive<\/em> el resto del viaje, pero seguía adelante. En ese seguir pujando cayó en un “Eddie” (una corriente circular) y fue arrastrado hacia el este (de regreso), así que tuvo que remar un poco más y aunque se sentía “muy cansado”, mantenía su postura de una navegación sin asistencia.<\/p>\n
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$\"Tierra,$ <\/p>\n
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Pocos días después de la volcadura, pudo había restablecido la electricidad y la comunicación vía VHF, así que entre otros mensajes lo que hizo fue clarificar que no era necesario un rescate. Los últimos kilómetros hasta su llegada a Antigua los hizo remando contra el viento, mientras algunas embarcaciones lo veían de cerca, “cojeando” pero tenaz.<\/p>\n
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Su llegada a Antigua es, sin duda, uno de los símbolos de la lucha del hombre contra sí mismo, contra esa facilidad de decir: “tengo problemas, ya no puedo más; vengan por mí”. Gandhi no lo hizo pese a que una gran cantidad de personas estaban atentas a lo que le pasaba.<\/p>\n
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Felicidades por tu enorme logro.<\/p>\n
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Solo en los miles de kilómetros que median entre las Islas Canarias y antigua, en el Caribe, dos puntos que se han convertido en principio y fin de quienes quieren cruzar a remo el Atlántico. Para Bhavik Gandhi se convertiría en una odisea convertirse en el primer asiático que lo lograra. Y lo hizo, al llegar a tierra el 14 de junio.
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