{"id":12003,"date":"2002-04-28T00:00:00","date_gmt":"2002-04-28T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=12003"},"modified":"2003-11-25T00:00:00","modified_gmt":"2003-11-25T00:00:00","slug":"dzilam_bravo","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/montanismo.org\/2002\/dzilam_bravo\/","title":{"rendered":"Dzilam Bravo"},"content":{"rendered":"
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Día de navegación 9: Domingo 28 de abril, 2002<\/strong> <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n Fueron 22 millas náuticas (aproximadamente 40.766 kilómetros) desde el faro de Yalkubul hasta Dzilam Bravo y es que el faro está precisamente a mitad de la Reserva Natural de San Felipe. Veintidós millas recordando que Antonio de Jesús ("no Antonio ni Toño") se había levantado de madrugada sólo para despedirnos. Le había pedido a su padre que lo despertara para vernos partir. A él le quedaban todavía dos semanas de estar ahí con la única presencia de su padre. <\/p>\n <\/p>\n De Yalkubul a Dzilam nos habían pronosticado no encontrar playa, sino puro manglar. Pero la había y en varias ocasiones. Hemos aprendido que la información que nos dan debe ser revisada varias veces antes de darla por buena. Los kayaks son embarcaciones tan nobles que podemos desembarcar en muchos lados donde las lanchas de pescadores ni siquiera podrían acercarse. En cambio, tienen la desventaja de no tener el alcance de sus motores. <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/td>\n <\/tr>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n
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