{"id":11566,"date":"2002-05-01T00:00:00","date_gmt":"2002-05-01T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11566"},"modified":"2012-11-19T10:52:34","modified_gmt":"2012-11-19T16:52:34","slug":"el_increible_viaje","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/montanismo.org\/2002\/el_increible_viaje\/","title":{"rendered":"El incre\u00edble viaje"},"content":{"rendered":"
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Trist\u00e1n Jones. El incre\u00edble viaje. Una odisea personal<\/i>. Grijalbo (Aventura vivida, 5), Barcelona. 1979. 524 p\u00e1ginas. ISBN: 84-253-1194-2<\/p>\n\n\n
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Tenemos que ser capaces de eliminar el miedo y la desesperaci\u00f3n de nuestros c\u00e1lculos en el mar (o en la costa) por la sencill\u00edsima raz\u00f3n de que esas dos emociones no sirven para una finalidad de \u00edndole constructiva. Se interfieren con el modo de llegar a alguna conclusi\u00f3n y alcanzar una soluci\u00f3n viable. (p. 509)<\/p>\n<\/td>\n<\/tr>\n<\/table>\n

\n Despu\u00e9s de su traves\u00eda atl\u00e1ntica n\u00famero 16, Trist\u00e1n Jones se propone hacer un viaje que hasta el momento no ha pensado ning\u00fan marino: establecer el r\u00e9cord de navegaci\u00f3n vertical<\/i> a bordo de un velero que le ha cedido Arthur Cohen, "…otro aventurero en el fondo de su coraz\u00f3n, un hombre que tomaba la vida y la moldeaba a su modo y concepto, tremendamente en\u00e9rgico, resuelto, imaginativo." (p. 25)<\/p>\n

¿Navegaci\u00f3n vertical? Muy sencillo: navegar en las masas de agua con menor y mayor altitud en el mundo, es decir: el Mar Muerto y el Lago Titicaca. Sin interrupci\u00f3n.<\/p>\n

A primera vista, un reto que no tiene sentido, se transforma poco a poco en algo que es real y muy comprometido:<\/p>\n

"Yo hab\u00eda empezado el viaje como una especie de gesto humor\u00edstico, a fin de subrayar la rid\u00edcula direcci\u00f3n que empezaba a tomar eso de ir de crucero por los oc\u00e9anos, de recorrerlos; mediante el sistema de ofrecer unas grandes sumas de dinero, las grandes empresas y los medios de comunicaci\u00f3n social han convertido lo deportivo en una aut\u00e9ntica burla, y han hecho de lo que siempre ven\u00eda siendo un esfuerzo y un compromiso, individual o de grupo, una carrera ratonil en fren\u00e9tica competici\u00f3n. Realmente, sin embargo, en el oc\u00e9ano hay tan s\u00f3lo dos competidores: la embarcaci\u00f3n y la propia naturaleza. Todo lo dem\u00e1s priva a la humanidad de uno de los \u00faltimos encuentros aut\u00e9nticos, y personales, entre el hombre y Dios, o quienquiera que haga funcionar a este universo. Por mi parte, lo que hab\u00eda comenzado como una divertida empresa, tres a\u00f1os antes, acababa ahora de convertirse en un asunto serio hasta el final, ¡en un peregrinaje a mi propio orgullo!"<\/i> (p. 259)<\/p>\n

El argumento es curiosamente muy similar al que esgrimir\u00edan varios a\u00f1os despu\u00e9s (Jones lo hace en los setentas) en cuanto a las expediciones comerciales al Himalaya.<\/p>\n

Su derrotero lo lleva de Nueva York al Atl\u00e1ntico, al Mediterr\u00e1neo y finalmente al Mar Muerto: "El Mar Muerto es uno de los sitios m\u00e1s raros que yo haya podido ver en mi vida. Tiene una longitud de 75 kil\u00f3metros y una anchura de 16, con una superficie total equivalente a 280 kil\u00f3metros cuadrados, una profundidad media de 330 metros. Toda el agua proviene del r\u00edo Jord\u00e1n, que vierte all\u00ed alrededor de seis millones de toneladas; sin embargo, la mayor parte de dicho caudal se evapora ante el c\u00e1lido sol del lugar, y queda as\u00ed formada una permanente neblina, baja, suspendida sobre el lago, nube peculiar, de color blanco-azulado… El Mar Muerto es el m\u00e1s salado del mundo y contiene alrededor de un 25 por ciento de sales, comparado con el promedio de 6 por ciento para el conjunto de los oc\u00e9anos." (p. 43)<\/p>\n

Una vez navegado el Mar muerto, se dirige al Mar Rojo, donde encuentra problemas pol\u00edticos e incluso le disparan desde la orilla. Luego nuevamente al Atl\u00e1ntico para dirigirse a la boca del Amazonas, que piensa remontar hasta el Titicaca. Sin embargo, el potente r\u00edo no le deja avanzar todo lo que \u00e9l quisiera, pese a hacerlo ya no a vela, sino a motor e incluso ayud\u00e1ndose de los \u00e1rboles de la orilla. As\u00ed, 2,200 kil\u00f3metros r\u00edo arriba, tiene que volverse al mar y replantear su proyecto. Vende su barco, el B\u00e1rbara<\/i>, y compra uno mucho m\u00e1s peque\u00f1o, el Sea Dart<\/i>, con el que atraviesa el Canal de Panam\u00e1 y navega contra la corriente de Humboldt hasta el Callao.<\/p>\n

Aqu\u00ed es donde piensa llevar su embarcaci\u00f3n por tierra hasta el Titicaca, pero las exigencias aduanales le impiden entrar con barco, pues nadie hab\u00eda escuchado tal cosa antes. En un momento de buena suerte, encuentra a un chofer que se dirige tierra adentro con su cami\u00f3n, donde el Sea Dart<\/i> es colocado a escondidas. As\u00ed, Trist\u00e1n Jones se convierte en un ilegal en Per\u00fa.<\/p>\n

Durante la navegaci\u00f3n en el Titicaca tiene problemas con los ind\u00edgenas porque le roban algunas cosas del barco y en adelante coloca trampas, que le evitan ser el objetivo de los ladrones, aunque alguna vez tiene que ir al mercado para comprar las mismas botas que le fueron robadas.<\/p>\n

Pero una vez dentro de Per\u00fa ilegalmente, es imposible salir por una frontera peruana, as\u00ed que decide dirigirse al Atl\u00e1ntico nuevamente, pero navegando por el r\u00edo Paraguay, es decir, cruzando el Mato Grosso, una regi\u00f3n completamente deshabitada.<\/p>\n

La estancia en el "infierno verde" es de lo m\u00e1s dura, pues se quedan si alimentos y tienen que arrastrar tras de s\u00ed su embarcaci\u00f3n:<\/p>\n

"All\u00ed, en otra vida, en otro mundo, la gente regresar\u00eda entonces al hogar, tras una cumplida jornada de trabajo; la vida era all\u00e1 f\u00e1cil y confortable, y la amenaza de morir a manos de la propia naturaleza era algo en lo que nadie llegaba a pensar. Por supuesto que la humanidad, millones de a\u00f1os atr\u00e1s, tambi\u00e9n cort\u00f3 y derrib\u00f3 obst\u00e1culos vegetales, luch\u00f3 y se esforz\u00f3, so\u00f1\u00f3 y llor\u00f3, buscando salir de los pantanos primigenios, en Gales como ac\u00e1 [el Mato Grosso], donde nosotros est\u00e1bamos ahora inmersos en tal combate…<\/p>\n

"«¿Por qu\u00e9?\u00bb me preguntaba yo, sin dejar de atacar otro fajo de trepadoras colgantes sobre el r\u00edo \u00ab¿Por qu\u00e9 molestarse? ¿Por qu\u00e9 enfrentarnos a los tormentos que una naturaleza cruel acumulaba en contra de nosotros? ¿Por qu\u00e9 no tumbarse a la bartola y aceptar lo inevitable?» Durante d\u00edas y d\u00edas ese pensamiento me estuvo obsesionando, mientras que padec\u00edamos ya aut\u00e9ntica hambre, puesto que las pira\u00f1as hab\u00edan desaparecido enteramente de aquella corriente fluvial al final de nuestra segunda semana de viaje por la misma. Y tambi\u00e9n nuestra harina agusanada se hab\u00eda terminado, y nos hab\u00edamos comido el final de nuestras reservas de arroz, empapadas en fangosa agua del r\u00edo para ablandarlas. Todo lo comestible a bordo se hab\u00eda acabado: el aceite de oliva, la cera del velamen, el aceite de linaza, las velas incluso; en nuestra desesperaci\u00f3n, llegamos a remojar el cr\u00e1neo de llama que ten\u00eda colgado de la cabina como recuerdo, y a bebernos aquel «jugo».<\/p>\n

"«¿Por qu\u00e9 seguimos adelante, a pesar de tales obst\u00e1culos?»<\/i><\/p>\n

"La respuesta, cuando por fin di con ella, era de lo m\u00e1s sencilla. ¡De no haber luchado, entonces es cuando hubi\u00e9semos ido directamente en contra de la naturaleza! Est\u00e1bamos hechos para luchar contra la naturaleza, y hechos de ese modo por el mismo agente contra el cual nos enfrent\u00e1bamos: ¡la propia naturaleza!<\/i><\/p>\n

"Tal es el destino de los seres humanos, calcul\u00e9, ¡luchar, buscar, encontrar y no rendirse! No dar paso a faramallas sentimentaloides, a tentaciones insidiosas, no meternos dentro de nosotros mismos, esperando as\u00ed encontrar alguna raz\u00f3n. ¡La naturaleza no sabe de razonamientos!<\/i> No podemos quedarnos satisfechos con sentarnos en una cueva mental o espiritual mientras en torno de nosotros la naturaleza, aut\u00e9ntico reflejo de nosotros mismos, act\u00faa enloquecida, fuera de control Est\u00e1bamos all\u00ed; esa era nuestra situaci\u00f3n. Y si no nos gustaba, entonces, por todos los santos de la corte celestial, vamos a luchar, a esforzarnos, con u\u00f1as y dientes y, a puros mordiscos<\/i>, tratemos de salir de agujero, porque las cosas, por s\u00ed mismas, no cambiar\u00e1n. ¡Tal es el juego y, o lo jugamos, o nos hundimos." (p. 446-448)<\/p>\n

Ese fue su juego hasta el final, cuando un agente de migraci\u00f3n, tras saber de d\u00f3nde vienen (le acompa\u00f1a un indio del Titicaca llamado Huanameni) le dice:<\/p>\n

"¡Han cruzado el continente! ¡Resulta incre\u00edble! ¡Telefoneen a la prensa ahora mismo!… Pero, se\u00f1or, ¡usted es un h\u00e9roe! ¡Nadie hab\u00eda hecho esto anteriormente! ¡Se ha colocado a la altura de los conquistadores!" (p. 483)<\/p>\n

El libro es en gran parte una vivencia de mar, pero al adentrarse a tierra, las vivencias se vuelven excepcionalmente importantes por su contenido y porque tienen que sobrevivir cada d\u00eda. Al final, Jones menciona:<\/p>\n

"Tenemos que ser capaces de eliminar el miedo y la desesperaci\u00f3n de nuestros c\u00e1lculos en el mar (o en la costa) por la sencill\u00edsima raz\u00f3n de que esas dos emociones no sirven para una finalidad de \u00edndole constructiva. Se interfieren con el modo de llegar a alguna conclusi\u00f3n y alcanzar una soluci\u00f3n viable." (p. 509)\n <\/p>\n<\/div>\n

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\n Allí, en otra vida, en otro mundo, la gente regresaría entonces al hogar, tras una cumplida jornada de trabajo; la vida era allá fácil y confortable, y la amenaza de morir a manos de la propia naturaleza era algo en lo que nadie llegaba a pensar. Por supuesto que la humanidad, millones de años atrás, también cortó y derribó obstáculos vegetales, luchó y se esforzó, soñó y lloró, buscando salir de los pantanos primigenios, en Gales como acá [el Mato Grosso], donde nosotros estábamos ahora inmersos en tal combate…<\/i><\/p>\n<\/td>\n

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