{"id":11550,"date":"2002-08-15T00:00:00","date_gmt":"2002-08-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11550"},"modified":"2012-11-20T13:57:07","modified_gmt":"2012-11-20T19:57:07","slug":"conversaciones_con_maurice_herzog","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/montanismo.org\/2002\/conversaciones_con_maurice_herzog\/","title":{"rendered":"Conversaciones con Maurice Herzog"},"content":{"rendered":"
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Ferran Latorre. Conversaciones con Maurice Herzog<\/i>. Ediciones Desnivel, Madrid. 2002. 144 p\u00e1ginas. ISBN: 84-95760-36-3<\/p>\n

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Cuando llegaba al l\u00edmite de lo conocido y regresaba, pod\u00eda evocar a Alejandro el Grande: "Aqu\u00ed el mundo acaba".<\/p>\n

La monta\u00f1a tiene su lado m\u00edstico en el sentido de que un hombre, y en este caso un alpinista, se realiza, al conquistar una monta\u00f1a, mucho m\u00e1s si es en condiciones muy duras.<\/p>\n

…segu\u00eda fiel a mi pasi\u00f3n, a la de la aventura del hombre, que no ocurre s\u00f3lo en una monta\u00f1a. Un ideal no puede estar especializado. Existe en todas partes, en todos los dominios. Si la aventura es una, el terreno es m\u00faltiple.<\/p>\n<\/blockquote>\n<\/blockquote>\n

\n Maurice Herzog es, quiz\u00e1, uno de los personajes en el mundo del monta\u00f1ismo que ha dejado una fuerte huella en nuestro deporte. Su libro Annapurna, primer ocho mil<\/em> ha sido traducida a m\u00e1s de veinte idiomas y se ha vendido por millones. En muchos casos, es \u00e9ste el libro que ha motivado a muchos actuales alpinistas a ir a la monta\u00f1a pero, de cualquier forma, es quiz\u00e1 el \u00e9xito m\u00e1s impresionante en la literatura de monta\u00f1a.<\/p>\n

Pero ¿qui\u00e9n es Maurice Herzog? ¿qu\u00e9 fue de \u00e9l despu\u00e9s de la famosa expedici\u00f3n al Annapurna? Las conversaciones que Ferran Latorre mantiene en la embajada francesa en Espa\u00f1a con el ex ministro de Juventud y Deporte franc\u00e9s tienen precisamente este objetivo: acercarnos a alguien de quien no sabemos si "¿Estoy delante de un hombre que la historia ha hecho grande, o estoy delante de un gran hombre, sin m\u00e1s?" (p. 12)<\/p>\n

Las preguntas siempre giran en torno al Annapurna, se trate de opiniones sobre su pa\u00eds, sobre la pol\u00edtica o el monta\u00f1ismo mismo, pues Herzog declara que en esa monta\u00f1a volvi\u00f3 a nacer: "Viv\u00ed el milagro de volver a cruzar la frontera de la vida para regresar a ella…" (p. 68)<\/p>\n

Para el lector conocedor pueden parecer preguntas demasiado obvias o incluso pueden faltar algunas preguntas importantes, pero lo cierto es que la transcripci\u00f3n de las conversaciones muestran a un Herzog m\u00e1s real, hombre que parece perder la paciencia cuando se le pregunta si las opiniones de los Cuadernos del v\u00e9rtigo<\/i> Louis Lachenal son opuestas a lo que \u00e9l hab\u00eda ya manifestado en su libro:<\/p>\n

"Escuche. Fui yo quien organiz\u00f3 esa expedici\u00f3n. Fui yo quien lleg\u00f3 a la cumbre del Annapurna y, en cierto modo, fui yo quien dirigi\u00f3 la cordada de cumbre con Lachenal. Y lo m\u00e1s importante, durante la expedici\u00f3n mont\u00e9 casi todos los campos de altura y jam\u00e1s abandon\u00e9." (p. 88)<\/p>\n

Quiz\u00e1 parezca algo agresiva esta respuesta pero estamos a mitad de las conversaciones. Adem\u00e1s, le da la raz\u00f3n a Lachenal en lo que respecta a la apreciaci\u00f3n de la monta\u00f1a:<\/p>\n

"Para Lachenal, aquella era una cumbre m\u00e1s. En consecuencia, hab\u00eda que actuar como en otras monta\u00f1as: cada segundo que pasaba nos pon\u00eda en peligro. En cambio para m\u00ed, esa cumbre era absolutamente distinta a todas las dem\u00e1s. Eso es algo que sencillamente se siente o, mejor, se presiente." (p. 57)<\/p>\n

Pero lo contradice en algo importante: "Da a entender que sigui\u00f3 conmigo para salvarme. Pero yo le puedo asegurar que eso es absolutamente falso y una completa invenci\u00f3n… Si quer\u00eda de veras salvarme, ¿por qu\u00e9 me dej\u00f3 solo en la cumbre y se fue sin esperarme?" (p. 88)<\/p>\n

Lo importante no es la discrepancia entre dos personajes que vivieron una misma aventura del hombre y que, por desgracia, ha acicateado el morbo de muchos. La verdadera importancia est\u00e1 en que despu\u00e9s de haber ascendido el primer ocho mil, , regres\u00f3 a la monta\u00f1a, aunque con otros objetivos m\u00e1s modestos.<\/p>\n

"La monta\u00f1a lo era todo para m\u00ed, hab\u00eda vivido en ella los momentos m\u00e1s bellos de mi vida. Me acuerdo de que le confesaba [a Terray] casi dir\u00eda a modo de s\u00faplica, que me conformaba sencillamente con poder volver a ella. Pero, a\u00fan as\u00ed, no estaba seguro ni de eso." (p. 76) "Con la invalidez que sufr\u00eda, no pod\u00eda aspirar a las ascensiones que realmente me motivaban y sin esta motivaci\u00f3n, es muy dif\u00edcil seguir plenamente practicando el alpinismo, con toda la dedicaci\u00f3n necesaria." (p. 78)<\/p>\n

Las opiniones que vierte en las conversaciones alcanzan a las expediciones comerciales, las competencias de escalada y a la \u00e9tica del monta\u00f1ismo por s\u00ed. De las primeras dice:<\/p>\n

"Yo creo que entre este flujo de alpinistas, e incluso de los que no son alpinistas, que van al Everest hay gente admirable que ha agotado casi todas sus posibilidades… Pero hay tambi\u00e9n una derivaci\u00f3n comercial en la que hay una exageraci\u00f3n manifiesta, casi escandalosa. Llevar al Everest, como hacen los gu\u00edas, a gente que no ha estado casi nunca en la alta monta\u00f1a, me parece indecente." (p. 118)<\/p>\n

Las competencias "Desde luego que no comparten el esp\u00edritu de la alta monta\u00f1a. Tan s\u00f3lo utilizan la naturaleza como escenario. Pero podr\u00edan prescindir de ella y no perder su esencia, algo imposible en el alpinismo. Lamentablemente, los medios de comunicaci\u00f3n no dejan clara esta gran diferencia, y el p\u00fablico tiende a confundir dos actividades que en realidad son muy diferentes." (p. 124-125) No le agradan "Pero entienda que yo me aliment\u00e9 de otro esp\u00edritu muy distinto." (p. 127)<\/p>\n

Alpinista de mitad del siglo XX, tiene la convicci\u00f3n de que Mallory e Irvine no llegaron a la cumbre del Everest porque "La dificultad del segundo escal\u00f3n, a esa altura y en esas circunstancias, me parece insalvable." (p. 118)<\/p>\n

Quiz\u00e1 lo m\u00e1s importante de las conversaciones sea la postura hacia la monta\u00f1a, de la que piensa: <\/p>\n

"A m\u00ed el resto del mundo me daba igual. Lo m\u00edo era una pasi\u00f3n personal que no quer\u00eda que fuera p\u00fablica. A veces creo que se trata m\u00e1s de una cuesti\u00f3n de amor o atracci\u00f3n por una monta\u00f1a. Empezamos a fijarnos m\u00e1s en una que en otra, y luego acabamos, en cierto modo, am\u00e1ndola." (p. 116)<\/p>\n

Un tema muy importante lo destaca en pocas palabras:<\/p>\n

"Un alpinista, si verdaderamente se considera como tal, no tendr\u00eda que mentir. Creo en la nobleza de la gente de monta\u00f1a, una condici\u00f3n que deber\u00eda reemplazar de por s\u00ed cualquier prueba." (p. 125) porque "Si un alpinista miente, con el tiempo, se acaba descubriendo." (p. 126)<\/p>\n

Libro sorprendente, no deja de asombrar la personalidad de un hombre que "…estaba decidido a morir en mi monta\u00f1a." (p. 63)<\/p>\n

\n Erratas<\/b><\/p>\n

En la pen\u00faltima fotograf\u00eda (de cara a la p\u00e1gina 73) el pie de foto dice: "Saludando al p\u00fablico durante una visita a la Librer\u00eda Desnivel en octubre de 2002". La fecha es octubre de 2001.<\/p>\n<\/div>\n

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\n Uno de los personajes más famosos en la historia del montañismo es, sin duda, Maurice Herzog quien, junto con Louis Lachenal, llegaran a la cumbre del Annapurna el 3 de junio de 1950, el primer ocho mil ascendido por el hombre. ¿Qué fue de Herzog después de la expedición al Annapurna? Las conversaciones con Feran Latorre nos muestran a un hombre que está más allá del idealismo con que ha sido tratado muchas veces y se encuentra a un hombre cabal.<\/p>\n<\/td>\n

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