{"id":11484,"date":"2002-10-01T00:00:00","date_gmt":"2002-10-01T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11484"},"modified":"2012-11-20T20:20:21","modified_gmt":"2012-11-21T02:20:21","slug":"besa_o_mata","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/montanismo.org\/2002\/besa_o_mata\/","title":{"rendered":"Besa o mata"},"content":{"rendered":"
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Mark Twight. Besa o mata. Confesiones de un escalador en serie<\/i>. Ediciones Desnivel, Madrid, 2002. 280 p\u00e1ginas. ISBN: 84-95760-42-8 <\/p>\n

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Regresad vivos, regresad como amigos, llegad a la cumbre. Por ese orden.<\/i><\/p>\n

Roger Baxter-Jones<\/p>\n

Las monta\u00f1as tienen colmillos. No hay nada como una distracci\u00f3n emocional para servirles de alimento. No puedes dejar que nada interfiera con tu razonamiento acerca de lo que es correcto para ti. En este juego, las fantas\u00edas matan.<\/i><\/p>\n<\/blockquote>\n<\/blockquote>\n

\n Un “escalador en serie” quiere contarnos sus vivencias o, como prefiere llamarlo el subt\u00edtulo, sus “confesiones”. Ha elegido 24 de sus art\u00edculos publicados y de entrada nos dice que “Este libro es de los que se hacen una vez y no m\u00e1s.” (p. 13) Uno se pregunta el por qu\u00e9 y la respuesta es obvia cuando conforme se va leyendo: se trata de sus principales escaladas en terreno “extremo”, aunque no s\u00f3lo eso, sino tambi\u00e9n sus reflexiones y an\u00e1lisis (de las que el lector no puede escapar, por m\u00e1s que quiera) sobre aquello que ha elegido como modo de vida: el alpinismo extremo. “No quiero que sea un libro de lectura f\u00e1cil. Quiero que lo dejes sobre la mesa, que te haga pensar.” (p. 14) es la primera advertencia a los textos pero \u00e9l mismo allana el camino al escribir una nota a cada uno de la fecha en que edita el libro, lo cual hace ubicar al lector de qu\u00e9 est\u00e1 hablando.<\/p>\n

Quiz\u00e1 sus primeros art\u00edculos no fueran tomados muy en serio por tratarse de un Mark Twight joven que comprende que “…la mayor\u00eda de los chavales de veintid\u00f3s a\u00f1os no sobreviven a su aprendizaje alpino si juegan de manera ininterrumpida.” (p. 20)<\/p>\n

Agresivo y provocativo, tiene sentencias muy duras sobre quienes realizan alpinismo, sobre todo a los estadounidenses, pa\u00eds del que procede cuando escribe un art\u00edculo llamado “Ascensi\u00f3n y ca\u00edda del alpinismo americano” en el que sostiene:<\/p>\n

“Las cordadas americanas quedan humilladas en el Himalaya a pesar de las ventajas t\u00e9cnicas, financieras y de personal con que cuentan. Chupan miles de d\u00f3lares de ox\u00edgeno, contratan sherpas para que acarreen el peso con el que no pueden los alpinistas, luego instalan cuerdas fijas, montan campamentos y equipan la v\u00eda hasta que la cumbre ya queda a tiro de piedra. De vez en cuando, alguien la pisa.” (p. 46)<\/p>\n

“Seamos sinceros: los americanos tienen complejo de inferioridad cuando se trata de himalayismo. Nos contentamos con cumbres secundarias y lo justificamos argumentando que t\u00e9cnicamente son m\u00e1s dif\u00edciles. O subimos en plan de expedici\u00f3n por v\u00edas trilladas a cumbres que ya han sido holladas muchas veces.” (p. 47)<\/p>\n

A punto de marcharse al Everest para abrir una nueva v\u00eda, arremete con fuerza:<\/p>\n

“Espero fervientemente que este ejemplo sea contagioso porque estoy harto de que se me clasifique con los dem\u00e1s alpinistas americanos que son el hazmerre\u00edr del monta\u00f1ismo mundial.” (p. 49)<\/p>\n

Su provocaci\u00f3n no es s\u00f3lo en un solo art\u00edculo (tambi\u00e9n negar\u00e1 al alpinismo franc\u00e9s m\u00e1s adelante), sino a lo largo de todos sus escritos en los que pretende dejar no una ense\u00f1anza sino un modo de ver las cosas, que a la larga resulta siendo la propia filosof\u00eda sobre la que el alpinismo de punta se mueve lentamente:<\/p>\n

“Escalando aprend\u00ed a sufrir y a superarme a m\u00ed mismo. Explor\u00e9 la oscura desesperaci\u00f3n del fracaso y la aceptaci\u00f3n del riesgo extremo. Diseccion\u00e9 la alternativa entre vivir y morir, entre seguir agarrado o soltarme. Forc\u00e9 los l\u00edmites f\u00edsicos y emocionales en el entorno m\u00e1s salvaje de la tierra…<\/p>\n

“Aprend\u00ed a vivir con la proximidad de la muerte, de la amenaza presente las veinticuatro horas. Sin enfrentarme a ella, mi vida no ten\u00eda sentido. Otros la evitaban o la trivializaban para poder negociar con ella. Lo primero que aprend\u00ed fue c\u00f3mo no morir. De la muerte aprend\u00ed a vivir, a querer vivir, a ser capaz de hacerlo sin convertir la vida en una parodia. Aprend\u00ed a amar.” (p. 70-71)<\/p>\n

La pregunta obligada es ¿por qu\u00e9 dedicarse al alpinismo extremo cuando en ello va de por medio la vida?<\/p>\n

“Todas las situaciones de la vida tienen su lado negro. Todos los seres humanos en este planeta estar\u00edan encantados de que desapareciera ese lado. Al desear que desaparezca, al ignorar el peligro y sus consecuencias, pueden creerse que ya no existe. Renuncio a esa opci\u00f3n.” (p. 142)<\/p>\n

Se trata se una elecci\u00f3n y como tal la asume, pues “Yo no me considero tan bueno como para pensar que siempre me voy a librar si corro riesgos tan grandes. Nadie se libra durante mucho tiempo. Aceptar ese riesgo ofrec\u00eda una manera de escalar la pared.” (p. 119) “No me importa lo que piensen los dem\u00e1s. Yo hago lo que quiero. Triunfo, fracaso. A veces soy tan vago que no hago ni lo uno ni lo otro. Vivo y respiro junto a mis problemas y mi trabajo y el da\u00f1o que me hago a m\u00ed mismo.” (p. 125)<\/p>\n

Sobre todo, tiene claro su futuro: “[Yo] Era un ni\u00f1o “sin futuro” y espero que sea cierto porque no tengo planes de ir de vacaciones a pescar a costa de la seguridad social. El futuro ser\u00e1 lo que sea, independientemente de que yo tenga un seguro o no.” (p. 152)<\/p>\n

Esto \u00faltimo es quiz\u00e1 uno de los golpes m\u00e1s certeros al sedentarismo de la humanidad, que busca a toda costa buscarse su lugar seguro, sin importar los medios. Sin embargo, Twight se dirige de lleno a quienes quieran escuchar para decirles que \u00e9sa no es vida y que, para lograr ser mejores<\/p>\n

“Vive de verdad ese estilo de vida en lugar de hacerlo de boquilla. Vive con compromiso. Con emoci\u00f3n. Vive con honradez lo que hayas elegido. Abandona la idea de ser un hombre del renacimiento y todas esas pamplinas de hacer un mont\u00f3n de cosas diferentes (y ninguna de ellas realmente bien). Llega hasta el fondo de una cosa: acepta, sin razonamientos falaces, la responsabilidad de elegir. Cuando vives con honestidad, no puedes separar tu mente de tu cuerpo, tus pensamientos de tus acciones… Mientras sigas teniendo una red de seguridad, estar\u00e1s actuando sin compromiso. Regresar\u00e1s a tus antiguos h\u00e1bitos en cuanto encuentres un poco de resistencia. Necesitas la desesperaci\u00f3n del samurai y su demencia.” (p. 202-204)<\/p>\n

Mark Twight utiliza su libertad de expresi\u00f3n en todo momento, sea para arremeter (que es lo m\u00e1s com\u00fan) contra lo establecido como por dejar claro que no se deja llevar por la corriente. As\u00ed, una entrevista a Tomo Cesen, aparece con una nota final bastante nutrida donde aclara que “En mi opini\u00f3n, para rebatir la palabra de un alpinista hacen falta m\u00e1s pruebas de las que se han aportado los detractores de Tomo Cesen.” (p. 99) Es decir: tiene la libertad de creer o no la opini\u00f3n generalizada, aunque \u00e9sta sea apoyada por argumentos fuertes y precisamente esa nota es bastante elocuente.<\/p>\n

“Soy consciente de que puedo parecer ingenuo, pero cuando los escaladores anuncian sus escaladas, que lo creamos se basa en la confianza y el respeto, sobre todo en ascensiones en solitario de las que no se presentan pruebas que las respalden. Yo podr\u00eda no creer a Tomo [Cesen], pero entonces tendr\u00eda que sospechar de muchos otros que tampoco tienen pruebas. Yo no quiero eso. Igual que t\u00fa, yo le creo, pero no tengo pruebas y no quiero convencer a nadie.” (Marko Prezelj, p. 99)<\/p>\n

Lleno de significado no por sus met\u00e1foras, sino por la cantidad de conocimiento personal que se expresa en cada uno de sus art\u00edculos, Besa o mata<\/i> es un libro que puede leerse muy r\u00e1pidamente pero sinceramente m\u00e1s vale hacerle caso al autor y dejarlo sobre la mesa un tiempo en lo que se digiere lo que se ha le\u00eddo.<\/p>\n

Algunas personas que me ve\u00edan con los ojos puestos en el libro se sorprendieron del por qu\u00e9 le\u00eda “novelas polic\u00edacas” (la portada ayuda mucho a hacerse a esa idea) y la primera vez que me lo hicieron ver estaba leyendo precisamente:<\/p>\n

“Poco importa lo que hagas, mientras digas lo que has hecho. ¿No llegaste hasta la cumbre? ¿Te pasaste a una v\u00eda m\u00e1s f\u00e1cil despu\u00e9s del 10º largo? ¿Te agarraste a un clavo cuando no miraba nadie? Adm\u00edtelo. Cree lo suficiente en lo que haces como para que no te importe lo que piensen otros.” (p. 221)<\/p>\n

Mark Twight, un alpinista extremo que realmente cree en lo que hace y que no escala para nadie sino para \u00e9l mismo, sabe que “El alpinismo es la historia de unos hombres y de los riesgos que afrontan, los que est\u00e1n a su altura, de los que se escapan por los pelos y de los riesgos que acaban con sus vidas. Es una historia de una obsesi\u00f3n. Del peligro y la gloria, de la adicci\u00f3n a ir a lugares m\u00e1s dif\u00edciles, m\u00e1s altos, m\u00e1s altos. A veces nos libramos, sobrevivimos mientras otros no lo hacen. La muerte en una monta\u00f1a puede ser tan fea como una piedra que cae y sorprende a un excursionista inocente en el camino. Tambi\u00e9n puede ser tan hermosa como siete hombres luchando contra una tormenta d\u00eda tras d\u00eda, dando a la vida todo lo que tienen y vivi\u00e9ndolo. Pero uno a uno, de fr\u00edo, de agotamiento, de haber luchado tanto, mueren. Hasta que quedan tres. [Probablemente se refiera a lo que se ha dado en llamar “la tragedia del Pilar de Frêney, en 1961]. Digo que esto es hermoso porque el m\u00e1s hermoso de los actos humanos es el de sobrevivir.” (p. 141-142)<\/p>\n

“Para triunfar en las rutas extremas, hay que reducir al m\u00ednimo la comida y el combustible. Llevar menos material de la cuenta es algo normal hoy en d\u00eda. Las v\u00edas nuevas de esta era son lo que ayer eran rutas de la muerte. Muere gente. Mueren alpinistas. Forma parte del juego. Sin embargo, no lanzamos los mismos dados que los que nos precedieron. La ecuaci\u00f3n es sencilla: a medida que mejoran los avances tecnol\u00f3gicos y psicol\u00f3gicos, el peligro y la dificultad de las v\u00edas tambi\u00e9n debe elevarse para que se mantenga una experiencia humana equivalente.” (p. 48)<\/p>\n

Pero para ello habr\u00e1 que hacer un an\u00e1lisis y no s\u00f3lo de las t\u00e9cnicas y las rutas, sino de la filosof\u00eda que hay en todo ello, filosof\u00eda que hace del alpinismo un estilo de vida y no un juego del que puedan participar muchos:<\/p>\n

“Hemos inventado un aspecto del deporte en el que el riesgo ha quedado completamente eliminado, para hacerlo accesible a m\u00e1s gente. Cada vez que damos por hecho estar libres de regulaci\u00f3n o disfrutar de autonom\u00eda, socavamos un poco m\u00e1s de nuestros propios cimientos. La libertad exige que se luche por mantenerla y aqu\u00ed la estamos explotando para nuestro inter\u00e9s o la ignoramos por completo. El riego y la libertad son dos factores que distinguen la escalada de otros deportes… Cuantas m\u00e1s estructuras traigamos a la escalada… y cuanto m\u00e1s prostituyamos la verdadera naturaleza de la escalada a base de querer vivir de ella, menos libertad tendremos para expresar nuestro amor por ella y con menos precisi\u00f3n lo comunicaremos. Al invitar a la maquinaria a los grandes medios de comunicaci\u00f3n a jugar con nuestro deporte, les estamos animando a que lo interpreten por nosotros frente al p\u00fablico en general.” (p. 235-236)<\/p>\n

Mark Twight no es un escalador con una larga serie de ascensiones importantes. Es, sobre todo, un hombre que considera que la vida vale la pena vivirla y que el modo que \u00e9l ha elegido no es precisamente lo que la mayor\u00eda de las personas considerar\u00edan como el ideal:<\/p>\n

“La escalada alpina es dura. El miedo que se siente all\u00e1 arriba es m\u00e1s intenso que cualquier tipo de viaje aqu\u00ed abajo. No es bello. Es una puta guerra. La lucha es gloriosa a su manera, pero la belleza es para el suelo, para las postales y para la prosa encendida que se escribe bastante despu\u00e9s del hecho.” (p. 249)<\/p>\n

\n Erratas<\/b><\/p>\n

P\u00e1gina 57, mitad del cuarto p\u00e1rrafo, dice: “A 8,686 metros, despu\u00e9s de haber superado todos los problemas t\u00e9cnicos, lo que nos separaba de la cumbre no eran m\u00e1s que cien metros de nieve relativamente f\u00e1cil…” Debe decir: “A 8,086 metros…” Se trata del Nanga Parbat, que tiene una altitud de 8,125 metros.<\/p>\n

P\u00e1gina 99, mitad del segundo p\u00e1rrafo, dice: “…creo mucho m\u00e1s probable que Tomo subiera lo que dice que ha subido a que Mallory hiciera cumbre en el Everest en 1923.” El a\u00f1o correcto es 1924.<\/p>\n<\/div>\n

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\n …soy menos diferente de mis semejantes de lo que pretenden las exageraciones de los medios de comunicación. Escalar es el medio que he elegido para definirme y entenderme. Le he dado todo a las montañas. Encontré la frecuencia singular a la que reverbera mi alma y me adapté a su tono. Mi obediencia me enseñó a ser el hombre que soy. Mi recompensa es la libertad.<\/i><\/p>\n<\/td>\n

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