Edward Whymper. La conquista del Cervino<\/i>. Ediciones Desnivel, Madrid, 2002. 182 p\u00e1ginas. ISBN: 84-95760-55-X<\/p>\n

\n El Cervino es la monta\u00f1a m\u00e1s famosa y espectacular de los Alpes pero tambi\u00e9n fue el escenario donde el alpinismo cambi\u00f3 de rumbo. Considerada inaccesible por la gran mayor\u00eda, “…era el \u00faltimo gran pico alpino que permanec\u00eda sin conquistar, menos por la dificultad de la ascensi\u00f3n que por el terror que inspiraba su apariencia invencible. Parec\u00eda haber un cord\u00f3n a su alrededor hasta el que uno pod\u00eda llegar, pero no m\u00e1s lejos. Dentro de esa l\u00ednea invisible, se supon\u00eda que exist\u00edan esp\u00edritus y genios invisibles… Los supersticiosos habitantes de los valles contiguos (muchos de los cuales no s\u00f3lo cre\u00edan que era la monta\u00f1a m\u00e1s alta de los Alpes sino del mundo entero) hablaban de una ciudad en ruinas sobre su cima, donde moraban los esp\u00edritus.” (p. 18)<\/p>\n

A esa monta\u00f1a es a la que los gu\u00edas no se atrev\u00edan a ir:<\/p>\n

“…todos los hombres m\u00e1s o menos capaces mostraban una fuerte reticencia o simplemente se negaban (la reticencia era proporcional a su capacidad), o ped\u00edan un precio prohibitivo. Ã?sta, dig\u00e1moslo de una vez, era la raz\u00f3n por la que se hab\u00edan dado tantos fracasos en los intentos de ascender el Cervino. Los gu\u00edas de primera eran conducidos uno tras otro hasta la ladera y se les intentaba animar, pero declinaban la aventura. Los que la aceptaban no pon\u00edan coraz\u00f3n en la empresa y volv\u00edan la espalda a la primera ocasi\u00f3n.” (p. 24-25)<\/p>\n

Edward Whymper, enviado a hacer dibujos de algunas monta\u00f1as de los Alpes para una publicaci\u00f3n, la conoci\u00f3 en 1860 y se plante\u00f3 su ascenso siendo, como era, un novato porque “ten\u00eda fama de ser la monta\u00f1a m\u00e1s absolutamente inaccesible, incluso entre los monta\u00f1eros m\u00e1s experimentados.” (p. 12)<\/p>\n

As\u00ed inicia un largo asedio que habr\u00eda de culminar en su primer ascenso, el 14 de julio de 1865 tras establecer una carrera con Jean-Antoine Carrel, quien “era el \u00fanico hombre que se negaba persistentemente a aceptar la derrota y que continuaba creyendo, a pesar de todas las adversidades, que la gran monta\u00f1a no era inexpugnable y que pod\u00eda ascenderse desde el lado de su valle natural.” (p. 26)<\/p>\n

Los primeros intentos, incluyendo la ca\u00edda que sufrir\u00eda en solitario, son por la vertiente italiana pues quienes creen, Carrel en primer lugar, que la monta\u00f1a puede ser escalada, ven esa vertiente como la \u00fanica posibilidad. Tras varios a\u00f1os de intentos donde descubrir\u00e1 que Carrel “Carrel consideraba claramente la monta\u00f1a como un coto privado y consideraba nuestro \u00faltimo intento como la acci\u00f3n de unos furtivos.” (p. 44) y que es capaz de dejarle abandonado como cliente por perseguir su objetivo, Whymper explora la parte oriental y descubre que lo que parece vertical no es m\u00e1s que un fallo en la perspectiva, as\u00ed que le propone a Carrel que suba con \u00e9l por ese lado.<\/p>\n

Nuevamente, Whymper se ver\u00e1 abandonado porque Carrel se dirige a la antigua v\u00eda. Quiere llegar a la cima por “su” lado. Whymper viaja al lado opuesto de la monta\u00f1a y consigue gu\u00edas y personas que le acompa\u00f1en. El ascenso lo hacen en dos d\u00edas sin gran dificultad y desde la cima ven a Carrel y su grupo subir. “Cog\u00ed un bloque de roca, lo empuj\u00e9 por la ladera y anim\u00e9 a mi compa\u00f1ero, en nombre de la amistad, a hacer lo mismo… Esta vez no hubo duda. Los italianos dieron la vuelta y se retiraron.” (p. 161)<\/p>\n

Sin embargo, Whymper encuentra palabras para Carrel: <\/p>\n

“De cuantos intentaron subir al Cervino, \u00e9l era el m\u00e1s merecedor de ser el primero en la cumbre. Fue el primero en dudar de su inaccesibilidad y fue el \u00fanico hombre que sigui\u00f3 creyendo que el ascenso se conseguir\u00eda.” (p. 162)<\/p>\n

El descenso se convierte en tragedia porque uno de los integrantes de la cordada pierde pie, cae sobre el gu\u00eda que va delante y lo arrastra, lo mismo que a otros dos detr\u00e1s de \u00e9l:<\/p>\n

“O\u00ed una sobresaltada exclamaci\u00f3n de Croz y luego le vi cayendo con Hadow. Un momento despu\u00e9s, Hudson fue arrastrado tras ellos y lord Douglas los sigui\u00f3 inmediatamente. Todo ocurri\u00f3 en un instante. En cuanto o\u00edmos la exclamaci\u00f3n de Croz, Peter el Viejo y yo nos aferramos tan firmemente como permit\u00edan las rocas. La cuerda entre nosotros estaba tensa, y notamos el tir\u00f3n al mismo tiempo. Lo aguantamos, pero la cuerda entre Taugwalder y lord Francis Douglas se rompi\u00f3.” (p. 169-171)<\/p>\n

Este suceso es quiz\u00e1 el accidente en monta\u00f1a m\u00e1s famoso en el mundo, pero el libro en s\u00ed no vale por este suceso y ya lo remarca Whymper en su introducci\u00f3n:<\/p>\n

“Al intentar que el libro tenga alguna utilidad para aquellos que deseen practicar la escalada, sea en los Alpes o en otros lugares, he dado tal vez una excesiva importancia a nuestros errores… No \u00e9ramos perfectos. Nuestras equivocaciones no se describen para que sean admiradas ni imitadas, sino evitadas.” (p. 12)<\/p>\n

Entre algunos de los puntos importantes en el libro est\u00e1 la justificaci\u00f3n de la escalada en s\u00ed:<\/p>\n

“No hay ninguna buena raz\u00f3n para usar una cuerda rocas f\u00e1ciles, y creo que su uso innecesario puede aumentar la negligencia. En rocas dif\u00edciles y pendientes de nieve (que impropiamente suelen llamarse pendientes de hielo) es una gran ventaja estar encordado, siempre que la cuerda se maneje adecuadamente, pero en verdaderas pendientes de hielo… o en pendientes donde el hielo se mezcla con piedras peque\u00f1as y sueltas… es casi in\u00fatil, porque el resbal\u00f3n de una sola persona puede desequilibrar a todo el grupo. No quiero decir que no haya que encordarse en pendientes as\u00ed. Estar atado da confianza normalmente, y la confianza ayuda al equilibrio. La cuesti\u00f3n es si los hombres deben estar en un lugar as\u00ed. Si un hombre sabe mantenerse sobre los escalones cortados en una pendiente de hielo, no veo por qu\u00e9 privarle de que use esa forma particular de escalada. Si no sabe, que no se acerque a esos lugares.” (p. 143)<\/p>\n

Alpinista del siglo XIX, Whymper es portador de toda una tradici\u00f3n de exploraci\u00f3n y su libro es el resultado de ello, lleno de razonamientos por los cuales se debe o no hacer tal cosa o del por qu\u00e9 caen los rayos, como ejemplos, su argumentaci\u00f3n es brillante pese al paso del tiempo.<\/p>\n

La conquista del Cervino puede resumirse en pocas l\u00edneas, escritas por el propio Whymper:<\/p>\n

“¡Miremos hacia las alturas! Inmediatamente surge la palabra “imposible”. “¡No!”, dice el monta\u00f1ero. “El camino es largo, lo s\u00e9. Es dif\u00edcil y puede ser peligroso, pero es posible, estoy seguro. Buscar\u00e9 la ruta. Consultar\u00e9 a mis hermanos monta\u00f1eros y descubrir\u00e9 c\u00f3mo han alcanzado alturas similares y c\u00f3mo evitar peligros”. As\u00ed de pone en marcha (mientras todos duermen). El camino es resbaladizo y tambi\u00e9n puede ser laborioso. Al final, con precauci\u00f3n y perseverancia, alcanza la cima. Entonces los de abajo exclaman “¡Incre\u00edble! ¡Es algo sobrehumano!”.<\/p>\n

“Los que escalamos monta\u00f1as siempre hemos tenido presenta la superioridad de la perseverancia y la voluntad sobre la fuerza bruta.” (p. 179)<\/p>\n

La edici\u00f3n de Desnivel tiene algunos de los grabados originales de Whymper de buena calidad. Quiz\u00e1 desconcierte su t\u00edtulo en ingl\u00e9s: Scrambles Amongst The Alps In The Years 180-1869. Puesto que el primer ascenso del Cervino fue en 1865, ¿d\u00f3nde est\u00e1n los cuatro a\u00f1os restantes de escaladas de Whymper? La respuesta es sencilla: La conquista del Cervino es s\u00f3lo una selecci\u00f3n de su edici\u00f3n original en ingl\u00e9s.\n <\/p>\n

Lee el primer cap\u00edtulo (PDF)<\/a><\/b><\/p>\n

Lee el prefacio del libro (PDF)<\/a><\/b><\/p>\n<\/div>\n

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\n Así se desvaneció la tradicional inaccesibilidad del Cervino y fue reemplazada por leyendas de un carácter más real. Otros tratarán de escalar sus orgullosas pendientes, pero para ninguno será la montaña lo que fue para sus primeros exploradores. Otros hollarán su cumbre nevada, pero ninguno conocerá los sentimientos de los que por primera vez contemplaron su maravilloso paisaje.<\/i><\/p>\n<\/td>\n
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