Miguel C. D\u00edaz Sosa. Rutas del Cielo<\/i>. Desnivel, Madrid, 2000, 144 p\u00e1ginas. ISBN: 84-89969-56-6<\/p>\n

\n El cielo siempre est\u00e1 por encima de nosotros y nos fascina desde niÃ±os con sus numerosos puntos de luz que despu\u00e9s aprendemos que son estrellas. Sin embargo, pocos tienen la curiosidad de averiguar un poco m\u00e1s acerca de ellas o del cielo en su conjunto. A veces, se escucha decir entre navegantes o montaÃ±istas que es posible orientarse con las estrellas o, entre astr\u00f3nomos, que tal galaxia est\u00e1 en determinada constelaci\u00f3n. Sin embargo, ah\u00ed queda todo, pues la mayor\u00eda de los libros sobre astronom\u00eda est\u00e1n hechos para astr\u00f3nomos o son tan sencillos que simplemente no se puede realizar mayores avances.<\/p>\n

Rutas del cielo<\/i> es un libro que permite adentrarnos en el mundo de la astronom\u00eda para aficionados, desde la explicaci\u00f3n de eclipses hasta lo que es quiz\u00e1 m\u00e1s importante: la descripci\u00f3n del cielo en grandes zonas dominadas por una constelaci\u00f3n. De esta manera, el observador puede tomar s\u00f3lo una constelaci\u00f3n del libro, ubicarla en el cielo y poco a poco conocer lo que hay alrededor de ella.<\/p>\n

La edici\u00f3n est\u00e1 bastante bien cuidada y las inacabables im\u00e1genes sit\u00faan al observador m\u00e1s que los esquemas, aunque no prescinde de ellos. Hay que advertir que Rutas del cielo<\/i> no es un libro para aprender a orientarse, tal como lo har\u00edamos con una br\u00fajula, sino un manual con el que el lector aprende a conocer el cielo poco a poco y, a la larga, a orientarse con las estrellas y constelaciones.\n <\/p>\n<\/div>\n

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\n El cielo que pende sobre nosotros es prácticamente desconocido, sobre todo si siempre lo vemos desde una ciudad, donde las luces artificales y la contaminación atmosférica impiden ver las estrellas. Rutas del Cielo<\/i> es un libro para aquellas personas que no conozcan el cielo y que deseen aprender qué hay en él. Nombres de constelacioes, los objetos que hay en el cielo, la forma de localizarlos y de ver los objetos celestes. Todo esto es sólo el principio de lo que el propio autor previó: disfrutar el cielo.<\/p>\n<\/td>\n
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