Sebastian Junger. La tormenta perfecta. Una historia real de la lucha de los hombres contra el mar.<\/i> Editorial Debate, Madrid, 1998. 248 p\u00e1ginas, ISBN: 84-8306-143-0<\/p>\n

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A menudo ocurre que los escritores no saben gran cosa del mundo que est\u00e1n describiendo, pero no les hace falta. S\u00f3lo tienen que hacer un mont\u00f3n de preguntas, retroceder un poco y dejar que la historia hable por s\u00ed misma.<\/p><\/blockquote>\n<\/blockquote>\n
\n Octubre de 1991, pocos meses despu\u00e9s del \u00faltimo eclipse total de sol del siglo XX. Un hurac\u00e1n que proviene de la zona tropical en el Atl\u00e1ntico, se dirige hacia el norte y choca con otro sistema que viene del sur. De repente, no son ya dos sistemas sino tres los que se encuentran en el mismo sitio:<\/p>\n
"Los meteor\u00f3logos ven la perfecci\u00f3n en cosas extra\u00f1as, y una de ellas es la uni\u00f3n de tres sistemas completamente independientes dando lugar al suceso del siglo. Dios m\u00edo, pens\u00f3 Case, esta es la tormenta perfecta." (p. 163)<\/p>\n
Esta es la tormenta que viven miles de personas de la costa y millones de ciudades importantes del este de los Estados Unidos. Se acostumbra juzgar las cosas por c\u00f3mo la pasa uno mismo, pero Â¿qu\u00e9 hay de la gente que estaba en el mar, dedicada a su oficio de pescar lo que miles comer\u00e1n en breve? La tormenta perfecta<\/i> se aboca al desarrollo de ese fen\u00f3meno meteorol\u00f3gico desde el punto de vista de la gente que estuvo en el mar, capeando esa tempestad que nadie pudo prever y aunque hace especial \u00e9nfasis en la desaparici\u00f3n de una sola embarcaci\u00f3n, la verdad es que no cuenta con datos y el desarrollo del libro no puede ser m\u00e1s que conjeturas acerca de c\u00f3mo sucedi\u00f3 el hundimiento.<\/p>\n
As\u00ed que Sebastian Junger se dedica a escribir un reportaje muy profundo sobre la tormenta y su formaci\u00f3n, la zona donde se abati\u00f3, la vida de los pescadores, las habilidades de los pilotos de salvamento, la forma como uno puede ahogarse… No hay momento en que el libro no sorprenda con informaci\u00f3n realmente importante.<\/p>\n
A Junger no le basta decir, por ejemplo: "el helic\u00f3ptero de rescatistas se desplom\u00f3 en el mar y sus hombres cayeron al agua" sino que le es importante decir el entrenamiento que tuvieron, c\u00f3mo se vio envuelto el helic\u00f3ptero en una tormenta que no le dej\u00f3 otra alternativa (y va del mismo helic\u00f3ptero hasta el centro de informaci\u00f3n y predicci\u00f3n meteorol\u00f3gica, pasando por todas las oficinas que estuvieron involucradas en esa ca\u00edda) qu\u00e9 le pasa a un cuerpo cuando cae, con qu\u00e9 fuerza caer\u00e1 y las formas de ahogarse.<\/p>\n
Dicho de otro modo: no se trata de un suceso novelado, sino de una reconstrucci\u00f3n de los hechos realmente pasmosa en donde se le da igual importancia a ese naufragio como a lo que piensan aquellos que est\u00e1n metidos en una embarcaci\u00f3n a punto de hundirse:<\/p>\n
"No ten\u00edamos contacto con nadie, est\u00e1bamos en plena noche \u2014que llega acompa\u00f1ada de sus terrores propios\u2014 y yo ten\u00eda la sensaci\u00f3n de que las cosas iban a empeorar. Pero es curioso. No hab\u00eda sentimiento ni tiempo para el temor. Para m\u00ed, miedo es pasear por una calle de la ciudad a las dos de la madrugada y que alguien me est\u00e9 siguiendo, eso es para m\u00ed un terror sin nombre. Aqu\u00ed se trataba de un sentido l\u00fagubre de la realidad, una lucha por decidir qu\u00e9 iba a hacer a continuaci\u00f3n, una determinaci\u00f3n de seguir viva y de mantener a las dem\u00e1s personas con vida, y una percepci\u00f3n del estruendo oscuro y ensordecedor del barco. Pero no era un terror sin nombre. Es que ten\u00eda una sensaci\u00f3n abrumadora de que no \u00edbamos a sobrevivir." (Karen Stimson, cit. en p. 166)<\/p>\n
Olas de treinta metros pueden hundir casi todo pero "…una \u00fanica ola no rompiente \u2014con independencia de su tama\u00f1o\u2014 era incapaz de hundir un barco. Una \u00fanica ola rompiente, sin embargo, pod\u00eda volcar una embarcaci\u00f3n de proa a popa si su altura superaba la longitud del barco." (citando investigaciones en laboratorio, p. 149)<\/p>\n
As\u00ed que si un barco que regresa a casa con las bodegas llenas de pescado se ve sorprendido en el ojo del hurac\u00e1n, con olas rompientes muy seguidas, Â¿qu\u00e9 esperanza tiene de regresar a casa? "…han dejado de navegar en direcci\u00f3n a casa y est\u00e1n tratando, sencillamente, de sobrevivir. En cierto sentido, Billy ha dejado de gobernar el tim\u00f3n, lo gobiernan las condiciones, y lo \u00fanico que \u00e9l puede hacer es reaccionar."<\/p>\n
Pero lo que suceda en el barco "No se trata tanto de errores como de incapacidad para prever el futuro. Nadie, ni siquiera el servicio meteorol\u00f3gico, sabe con seguridad c\u00f3mo se va a comportar una tormenta." (p. 124) Eso mismo hicieron otros capitanes.<\/p>\n
La narraci\u00f3n de la tormenta dura cap\u00edtulos muy breves (as\u00ed me lo parecieron, aunque contando las p\u00e1ginas no lo son tanto) pero el libro no termina cuando la tormenta se disipa, sino que registra secuelas psicol\u00f3gicas en los supervivientes, detalles a los que es preciso poner atenci\u00f3n.<\/p>\n
El lector se encontrar\u00e1 con un problema: la conversi\u00f3n de medidas, pues la traducci\u00f3n procur\u00f3 convertir las millas en kil\u00f3metros, pero a veces encuentra las distancias en millas, sin saber si se tratan de las terrestres o las marinas.<\/p>\n
Un libro realmente profundo por su contenido, puede ser le\u00eddo por marinos, pescadores de altura, pilotos, meteor\u00f3logos, m\u00e9dicos, psic\u00f3logos, historiadores y m\u00e1s especialistas y se sorprender\u00e1n de la nitidez de las explicaciones.<\/p>\n
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\n Una tormenta que se une a otra y a una tercera, crea lo que los meteorólogos dieron en llamar “la tormenta perfecta”. Sebastian Junger se da a la tarea de recabar la información para hablar de lo que pasó durante esa tormenta y aunque el autor habla de la reconstrucción de los últimos días de una tripulación que nunca volvió a puerto, se trata en realidad de una estupenda investigación que menciona minuciosamente lo que una tormenta como estas hace al hombre.<\/p>\n<\/td>\n
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