{"id":11123,"date":"2000-04-15T00:00:00","date_gmt":"2000-04-15T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11123"},"modified":"2012-11-18T19:14:34","modified_gmt":"2012-11-19T01:14:34","slug":"la_montana_es_mi_reino","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/montanismo.org\/2000\/la_montana_es_mi_reino\/","title":{"rendered":"La monta\u00f1a es mi reino"},"content":{"rendered":"
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\n Gaston Rebuffat. La Monta\u00f1a es mi reino<\/i>. Ediciones Desnivel, Madrid. 1999. 174 p\u00e1ginas. ISBN: 84-89969-52-3<\/p>\n

\n \". Es poco probable que los monta\u00f1istas no le conozcan. Su participaci\u00f3n como miembro de la expedici\u00f3n francesa que en 1950 conquistara la primera cumbre de ocho mil metros (Annapurna) es s\u00f3lo una parte de su amplia experiencia en la monta\u00f1a. Tambi\u00e9n se le conoce por su amplia actuaci\u00f3n como gu\u00eda en los Alpes, oficio que le dio una especial manera de apreciar el mundo, especialmente el de la monta\u00f1a: "Frente al granito y al hielo, el escalador es de porcelana; frente a una imagen de la eternidad, representa la imagen misma de la fragilidad, y sin embargo donde hay una voluntad "no una testarudez" hay un camino. All\u00e1 donde exista la comprensi\u00f3n puede nacer la secreta alegr\u00eda: la de los horizontes conquistados frente a los grandes espacios." (p. 143)<\/p>\n

¿Cu\u00e1l es la visi\u00f3n que tiene un gu\u00eda de monta\u00f1a curtido en "m\u00e1s de mil ascensiones en todas \u00e9pocas del a\u00f1o"? (p. 174) La monta\u00f1a es mi reino<\/i> aborda esa visi\u00f3n y est\u00e1 muy lejos de narrar escaladas extremas porque "Admiro a los alpinistas solitarios, comprendo su pasi\u00f3n exclusiva, pero ese no es mi camino" (p. 103) o tambi\u00e9n porque "…no conozco ni he tenido realmente el gusto por el esfuerzo puro, tan admirable como poco meridional, ni afici\u00f3n al riesgo f\u00e1cil que deforma y acorta las cosas, sino una s\u00f3lida necesidad y atracci\u00f3n por la aventura y la dificultad." (p. 18)<\/p>\n

¿Qu\u00e9 es la monta\u00f1a para Gaston Rebuffat? "Este mundo es un mundo con car\u00e1cter; desde los primeros d\u00edas no ha perdido su fuerza y su independencia. No se doblega. Tambi\u00e9n es por eso por lo que lo apreciamos. Un gran respeto se mezcla con nuestro amor: gracias a \u00e9l sabemos que la naturaleza existe." (p. 13) Es en ese mundo donde se desenvuelve con mayor facilidad, planeando y realizando ascensiones: "Una ascensi\u00f3n representa una fiesta. El paisaje est\u00e1 all\u00ed, pero es el escalador quien lo materializa y lo ordena… La cima no es m\u00e1s que una etapa entre la dura subida y el duro descenso, pues siempre hay que volver, como dictan las reglas del juego." (p. 55) Para Rebuffat es preciso contemplar la monta\u00f1a de una manera diferente porque "…bajo la piel del monta\u00f1ero nace un hombre que aprende a conocerse y a madurar. Por supuesto que la monta\u00f1a es hermosa, pero en ese momento constituye un marco excepcional para el aprendizaje de la vida." (p. 52)<\/p>\n

Hombre que se mueve en los grandes espacios, encuentra en la monta\u00f1a aquello que le har\u00eda vivir: "Con su desnudez absoluta, su pobreza extrema y su belleza misteriosa, estos domos de nieve y flechas de granito no existen m\u00e1s que para la felicidad del hombre. Las monta\u00f1as, al igual que los oc\u00e9anos y los desiertos, son nuestros jardines salvajes, tan necesarios e indispensables como el agua o el pan; no solamente porque el aire resulte m\u00e1s puro que en las ciudades, sino porque ante todo constituyen lugares de plenitud, donde el hombre puede caminar, correr, detenerse, contemplar, trepar, navegar, tener hambre, tener sed, utilizar el vigor de su cuerpo, y hacer respirar su coraz\u00f3n y su alma." (p. 44-45)<\/p>\n

Hay que recordar que se trata de un alpinista que comenz\u00f3 su desarrollo antes de la segunda guerra mundial, cuando "se respiraba un ambiente de pioneros." (p. 22) y en el que caminar era algo muy natural y por lo que no puede evitar hacer comparaciones entre la \u00e9poca de sus inicios y la moderna: "No camin\u00e1bamos solamente por caminar o por practicar una sana gimnasia "la gimnasia era la menor de nuestras preocupaciones" sino porque al andar por estos paisajes nos sent\u00edamos bien. Mientras que subir una escalera es cansado y fastidioso "el pie no tiene necesidad de ser curioso ni le interesa" caminar por senderos resulta preferible: nunca son iguales dos pasos, y sobre todo, las piernas y en especial los pies, lejos de mostrarse ciegos, eligen donde se posan, sin ruido, como hacen los animales." (p. 20)<\/p>\n

Su larga preparaci\u00f3n le form\u00f3 f\u00edsicamente, pero m\u00e1s que nada dej\u00f3 una huella que puede vislumbrarse en los m\u00faltiples comentarios que hace sobre la monta\u00f1a y que siguen siendo de actualidad, pues en todos los tiempos habr\u00e1 novatos: "…si al principio algunos «pasos» no eran m\u00e1s que un medio que me permit\u00eda proseguir mi camino, con el fin de conocer los rincones m\u00e1s secretos de mi isla desierta, al final la escalada se convirti\u00f3 r\u00e1pidamente en un nuevo juego sugerido por este sitio. Un juego cuya trascendencia yo comprend\u00eda: tener la vida entre los dedos; era un descubrimiento: al ser consciente de ello, me sent\u00eda m\u00e1s responsable de m\u00ed mismo y al momento aprend\u00ed que la lucidez resulta tan necesaria como el entusiasmo, porque sin ella el entusiasmo s\u00f3lo conduce a realizar est\u00fapidas temeridades o actos pueriles." (p. 14)<\/p>\n

El "juego" tambi\u00e9n tiene recompensas que no est\u00e1n escritas y que constituyen la parte medular del monta\u00f1ismo: "En una porci\u00f3n de la Tierra, de pie sobre la cima que ha llenado de encanto sus noches, el joven alpinista ha izado su cuerpo y su coraz\u00f3n, su alma y sus sue\u00f1os. \/ "Una extensi\u00f3n de nieve y roca que se pierde de vista, se ofrece ante \u00e9l, en el silencio y el misterio del infinito. Las monta\u00f1as constituyen un mundo aparte: son menos una parte del planeta que un reino independiente, ins\u00f3lito y misterioso, en el que las \u00fanicas armas para aventurarse en \u00e9l son la voluntad y el amor… Fisuras, chimeneas, placas, extraplomos… El joven monta\u00f1ero ha dado lo mejor de s\u00ed mismo para subirlos. Ahora contempla todo, mientras siente una creciente alegr\u00eda que desconoc\u00eda, pero cuya existencia confusamente necesitaba. La sangre hierve en sus m\u00fasculos, su coraz\u00f3n late de emoci\u00f3n, el aire es limpio, el sol derrama sus caricias, y al final de un cabo de cuerda descubre una bella y seria amistad: la de su compa\u00f1ero de cordada." (p. 22-23)<\/p>\n

"…los grandes alpinistas aman los grandes jardines, la vida y la amistad, y sienten por todo ello respeto, y no afici\u00f3n, al peligro. Para practicar alpinismo hace falta entusiasmo, llevar la mochila, dormir m\u00e1s o menos bien, levantarse pronto, sentir el fr\u00edo, tener hambre y sed, comenzar la actividad aceptando que no se puede interrumpir el juego cuando uno quiere, ni tan siquiera al l\u00edmite de sus fuerzas.<\/p>\n

"Hace falta entusiasmo, pero tambi\u00e9n lucidez, ser consciente de la fuerza moral y f\u00edsica que se posee ante cualquier dificultad que nos supere. Tambi\u00e9n existe el placer de escalar, pero por s\u00ed solo no basta. La escalada no constituye m\u00e1s que una parte de la ascensi\u00f3n, al igual que el escalador no es m\u00e1s que un monta\u00f1ero especializado. El placer del alpinismo proviene de una multitud de cosas y ante todo se encuentra ligado al sentimiento de la alta monta\u00f1a: un determinado color en el cielo, la sutileza del aire, la grandeza del paisaje que nos rodea y por el cual en realidad estamos all\u00ed. Constituir\u00eda un error pensar que la alta monta\u00f1a es un lugar reservado a los alpinistas acr\u00f3batas. Muy al contrario, las monta\u00f1as se ofrecen al alcance de todos: hombre y mujeres de cualquier edad." (p. 46)<\/p>\n

La monta\u00f1a es mi reino<\/i> es un libro importante ahora que el monta\u00f1ismo est\u00e1 siendo objeto de comercializaci\u00f3n y en que el "oficio" de gu\u00eda se est\u00e1 popularizando tanto a nivel mundial. "El gu\u00eda no escala para \u00e9l: abre a los dem\u00e1s las puertas de sus monta\u00f1as." (p. 38) "Deseo que todos los alpinistas tengan tambi\u00e9n un «hermano» al que poder mirar con amor y respeto, alguien que vigile c\u00f3mo se encuerdan… Alguien que sepa compartir su soberan\u00eda durante algunos instantes a 4,000 metros y que les ense\u00f1e las cumbres circundantes como un jardinero lo hace con sus flores. Alguien a quien envidiar que s casa sea un refugio y la monta\u00f1a su reino. Nadie puede comprender la amistad de alguien tan rico." (p. 35)<\/p>\n

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Gastón Rebuffat, el guía del “suéter bonito” plasma aquí sus memorias como alpinsta, desde sus inicios lejos de los Alpes hasta la perspectiva que le permite opinar sobre el alpinismo de su tiempo por haber sido uno de los protagonistas más importantes.<\/p>\n<\/td>\n

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