{"id":11119,"date":"1999-11-01T00:00:00","date_gmt":"1999-11-01T00:00:00","guid":{"rendered":"http:\/\/montanismo.org\/revista\/?p=11119"},"modified":"2012-11-18T19:15:28","modified_gmt":"2012-11-19T01:15:28","slug":"viajes_a_traves_de_los_majestuosos_andes_de_ecuador","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/montanismo.org\/1999\/viajes_a_traves_de_los_majestuosos_andes_de_ecuador\/","title":{"rendered":"Viajes a trav\u00e9s de los majestuosos Andes de Ecuador"},"content":{"rendered":"
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Edward Whymper. Viajes a trav\u00e9s de los majestuosos Andes del Ecuador<\/em>. Ediciones Abya-Yala (Col. Tierra Inc\u00f3gnita, No. 4), Quito, 1994. 468 p\u00e1ginas, un mapa. ISBN: 9978-04-002-1Edward Whymper. Viajes a trav\u00e9s de los majestuosos Andes del Ecuador. Ap\u00e9ndice suplementario<\/em>.<\/p>\n

Ediciones Abya-Yala (Col. Tierra Inc\u00f3gnita, No. 23), Quito, 1996. 218 p\u00e1ginas. ISBN: 9978-04-242-3<\/p>\n

\". En la historia del alpinismo mundial, el nombre de Edward Whymper tiene un lugar destacado por haber conquistado la \u00faltima monta\u00f1a no escalada de los Alpes: el Cervino o Matterhorn. Pero Whymper no se detuvo ah\u00ed sino que hace varios viajes como monta\u00f1ista, uno de ellos a Ecuador, pues no puede dirigirse al Himalaya por razones pol\u00edticas. Esta expedici\u00f3n, de car\u00e1cter claramente cient\u00edfico, ha sido relegada un poco al olvido y el libro es dif\u00edcil de obtener. Sin embargo, la editorial ecuatoriana Abya-Yala lo ha rescatado y publicado en una nueva edici\u00f3n (1994).<\/p>\n

Como la mayor\u00eda de las expediciones, tiene que buscar una justificaci\u00f3n y la halla en los efectos de la altitud en el cuerpo humano:<\/p>\n

\u201c…el principal objeto de la excursi\u00f3n era el de observar los efectos de la baja presi\u00f3n atmosf\u00e9rica y, en consecuencia, llegar a la mayor altura posible…\u201d (p. 5)<\/p>\n

\u201c…el principal objeto de este viaje era observar los efectos de las bajas presiones atmosf\u00e9ricas; que, para experimentarlas era necesario subir a grandes elevaciones; y que, para poder distinguir los efectos debidos en propiedad a las bajas presiones, de aquellos que pod\u00edan ser ocasionados por la fatiga, era necesario eliminar esta \u00faltima. Para cumplir estas condiciones era indispensable subir a monta\u00f1as de f\u00e1cil acceso, y el Chimborazo me hab\u00eda parecido el mejor punto de investigaci\u00f3n dada la aparente facilidad con que viajeros anteriores hab\u00edan llegado a grandes alturas sobre \u00e9l.\u201d (p. 31)<\/p>\n

As\u00ed, Whymper se convierte en un explorador de las alturas. Junto con Jean-Antoine Carrel, aquel que compitiera contra \u00e9l en la carrera por llegar a la cima del Cervino y el primo de \u00e9ste, hacen ascensiones a diferentes monta\u00f1as: Chimborazo (primer ascenso), Coraz\u00f3n, Cotopaxi, Illiniza (dos intentos, sin ascender), Sincholagua, Antisana, Pichincha, Cayambe, Sura-urcu, Coacachi, Altar (pero s\u00f3lo se realiza una excursi\u00f3n sin llegar a una cima de ese macizo), Carihuairazo y por segunda vez el Chimborazo.<\/p>\n

Acerca de las altitudes se plantea si puede haber un l\u00edmite de altitud al que el hombre pueda llegar o si se puede uno aclimatar a ellas y as\u00ed poder llegar a la cumbre m\u00e1s alta del planeta.<\/p>\n

\u201cNinguno de los dos Carrel, ni yo, hab\u00edamos experimentado nunca el menor s\u00edntoma del mareo de las monta\u00f1as [mal de monta\u00f1a]; ninguno de nosotros antes de este viaje hab\u00eda subido a 16,000 pies de altura…\u201d (p. 47)<\/p>\n

\u201cCuando llegamos al segundo campamento [del Chimborazo: 16,664 pies] nos hall\u00e1bamos todos en buenas condiciones, lo que no me admir\u00f3, pues hab\u00edamos subido a caballo la mayor parte del camino; pero, despu\u00e9s de una hora me encontraban tendido en el suelo, al lado de los dos Carrel, quienes estaban fuera de combate e incapaces como yo de hacer el menor movimiento. Comprend\u00ed que el enemigo estaba encima, que sent\u00edamos el primer ataque del mareo de las monta\u00f1as.<\/p>\n

\u201cEst\u00e1bamos afiebrados, sent\u00edamos intensa jaqueca, y no pod\u00edamos respirar bien sino abriendo la boca. Esto, como es natural, nos secaba la garganta, produci\u00e9ndonos una sed horrible, la que no pod\u00edamos saciar, ya por la dificultad de levantarnos en busca de agua, ya por la casi imposibilidad de deglutirla. Cuando ten\u00edamos delante agua suficiente, s\u00f3lo la pod\u00edamos beber a peque\u00f1os sorbos… Despu\u00e9s de cada trago nos ve\u00edamos obligados a respirar de nuevo con las bocas abiertas, y las gargantas volv\u00edan a secarse, y como adem\u00e1s, nuestra respiraci\u00f3n estaba acelerada en grado extremo…\u201d (p. 50-51)<\/p>\n

Sin embargo, Whymper encuentra la respuesta a su pregunta:<\/p>\n

\u201cDurante nuestra permanencia en la cumbre del Cotopaxi hab\u00edamos soportado durante 26 horas seguidas, una presi\u00f3n m\u00e1s baja que la que hab\u00edamos experimentado en el Chimborazo durante cualesquiera otras 26 horas continuas, sin que se volvieran a presentar lo que me he aventurado en llamas los s\u00edntomas agudos del mareo de las monta\u00f1as; y esto era satisfactorio, e indicaba que nos hab\u00edamos acostumbrado un tanto a las bajas presiones.\u201d (p. 157)<\/p>\n

Adem\u00e1s de las alturas, El Chimborazo presenta dificultades propias:<\/p>\n

\u201cNos hall\u00e1bamos a 20,000 pies de altura, y cre\u00edmos tener ya las cumbres en nuestras manos. Pod\u00edamos ver a las dos, una a nuestra derecha y la otra, un poco m\u00e1s lejos, a nuestra izquierda… Calcul\u00e1bamos que en una hora m\u00e1s pod\u00edamos llegar a cualquiera de las cumbres; y como no sab\u00edamos cu\u00e1l era la m\u00e1s alta, nos dirigimos a la m\u00e1s pr\u00f3xima. Pero en este punto cambi\u00f3 por completo nuestra situaci\u00f3n: el cielo se nubl\u00f3, se levant\u00f3 el viento, y entramos en un trecho de nieve tan suave, que era casi imposible atravesarlo.<\/p>\n

\u201c…orden\u00e9 parar a los Carrel, les expuse la situaci\u00f3n y les pregunt\u00e9 si prefer\u00edan volver o seguir adelante, hablaron entre ellos en patu\u00e1, y despu\u00e9s Juan Antonio me dijo: \u00abCuando Ud. Nos ordene volver, regresaremos; mientras tanto, seguiremos adelante.\u00bb Yo dije: \u00ab\u00a1Adelante! \u00bb; aunque sent\u00eda que quiz\u00e1s habr\u00eda sido mejor decir \u00ab\u00a1Atr\u00e1s\u00bb… Llegamos a la cima a las 4 menos cuarto y tuvimos all\u00ed el disgusto de ver que esa era la m\u00e1s baja de las dos. No hab\u00eda remedio: tuvimos que descender a la meseta, reanudar el trabajo de golpear la nieve, las andadas a gatas y las sumersiones, en direcci\u00f3n al punto m\u00e1s alto. Otra vez al llegar al pie de la otra c\u00fapula, la nieve tom\u00f3 regular consistencia, y llegamos a la cumbre del Chimborazo, andando en dos pies, como hombres; y no, arrastr\u00e1ndonos como bestias, como lo hab\u00edamos estado haciendo durante las cinco horas anteriores.\u201d (p. 66-68)<\/p>\n

El libro es \u00e1rido por la minuciosa descripci\u00f3n del m\u00e9todo que usa para determinar altitudes, pero cuando se trata del relato de la ascensi\u00f3n y de las vicisitudes del viaje mismo, se encuentra al alpinista apasionado de su deporte. Aunque no contiene una sola fotograf\u00eda de las muchas que tom\u00f3 durante el viaje (hay que recordar que entonces la fotograf\u00eda se realizaba como \u201capuntes\u201d para despu\u00e9s dar un grabado o dibujo de buena calidad), el libro tambi\u00e9n es valioso por la gran cantidad de ilustraciones que el mismo Whymper realiz\u00f3 despu\u00e9s de su viaje.<\/p>\n

El libro (junto con su ap\u00e9ndice sobre la fauna que recolect\u00f3 durante su viaje) se puede pedir a la editorial Abya-Yala a trav\u00e9s de su p\u00e1gina http:\/\/www.abyayala.org<\/p>\n

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Poco conocida es la historia de Edward Whymper después de su ascenso al Cervino. Quizá su viaje más importante fue a los andes, donde se convirtió en el alpinista-explorador que la época victoriana reclamaba. Viaje a los majestuosos Andes del Ecuador<\/em> es el libro completo de este viaje y refleja muy bien a un Whymper que casi todo mundo conoce.<\/p>\n<\/td>\n

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