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Montañismo y Exploración
La movilidad en bicicleta como política pública

Establecer un programa de vialidad que considere el uso de la bicicleta como medio de transporte no es sencillo y por eso el Instituto de Políticas de Transporte y Desarrollo publicó un trabajo en seis tomos que indica todas las facetas que se deben considerar para que se realice ese programa de vialidad.







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Instituto de Políticas de Transporte y Desarrollo. Ciclociudades. Manual integral de movilidad ciclista para ciudades mexicanas. México, 2011. Seis tomos. S/ISBN

 

Si la creación de infraestructura ciclista no se acompaña de acciones de cultura y socialización del uso de la bicicleta, así como de modificaciones al marco normativo para establecer y proteger los derechos del ciclista, la infraestructura por sí sola tiene un efecto limitado para incrementar su uso.

Tomo II, p. 28

Considerados por la gran mayoría como un objeto recreativo, la bicicleta se ha convertido en los últimos años en una posibilidad de transporte dentro de las ciudades, sobre todo en les grandes ciudades donde se le da preferencia a la conducción del automóvil y se pierde mucho tiempo en un tráfico muy denso.

El Instituto de Políticas de Transporte y Desarrollo, con sede en México, tiene años trabajando en un sistema de comunicación que elimine los problemas de tránsito y haga que cada persona deje de perder tiempo por la ineficiencia del transporte público. Su resultado: un programa de movilidad basado en la bicicleta, son la premisa de que

“Es necesario comprender que el ser humano no busca moverse sin una razón específica; los viajes de recreación son sólo un pequeño porcentaje del total. La población busca tener accesibilidad, entendida como la habilidad de llegar a los bienes, servicios, actividades y destinos deseados” (Tomo I, p. 25)

Para esto hay que cambiar la mentalidad y por eso publicaron a fines del 2011 el primer manual de movilidad ciclista para ciudades mexicanas. Son seis tomos, cuyo contenido puede ser considerado completo por separado pero que en conjunto ofrece un resultado interesante. Plantea que existen problemas para echar a andar el programa pero que ubicados los puntos esenciales, será fácil desarrollar el programa e incluso implementar uno nuevo. Los problemas que han identificado son:

Considerar los proyectos para la circulación ciclista como algo fácil, rápido y barato
Aunque no sean tan costosos como otros proyectos de vialidad, sí implican una gran inversión de tiempo y capital económico.

Respetar el mismo espacio para el automóvil, argumentando que el reducirlo le restaría capacidad a la vialidad
La verdadera capacidad se debe medir por el número de personas transportadas y no sólo por el número de vehículos que circulan.

Limitar el espacio peatonal
Al respetar el excesivo espacio para automóviles, se resta espacio para el peatón. Esto genera conflictos entre peatones y ciclistas.

Asignar los proyectos de infraestructura y equipamiento ciclista a quien no está capacitado para ello
Antes de realizar estos proyectos, el equipo encargado debe acercarse a expertos nacionales e internacionales para ser asesorado y capacitado en la implementación de proyectos ciclistas, con el objetivo de conocer las experiencias previas y aprender de ellas.

Falta de un ingeniero especializado en el diseño vial dentro de los proyectos ejecutivos de infraestructura ciclista
El equipo encargado y los consultores deben estar preparados en el tema de diseño vial y ser usuarios habituales de la bicicleta en desplazamientos por la ciudad.

Concebir a la bicicleta como un objeto de recreo o deportivo
A pesar de que también tiene estos usos, en los proyectos de infraestructura se debe concebir como un vehículo de transporte urbano.

Tener como origen y destino parques urbanos en los trazos de la infraestructura ciclista
Aunque los parques pueden estar contemplados dentro de la red ciclista, los orígenes y destinos deben tener un motivo de trabajo, estudio o compras. Los destinos recreativos tienen menos afluencia y, por lo tanto, menos usuarios en días laborales.

Creer que sólo con la construcción de una vía ciclista se atraerán usuarios
Si una infraestructura ciclista no cuenta con trazos directos, cómodos, seguros, coherentes y atractivos, muy probablemente será subutilizada y se generarán accidentes, estigmatizando a la bicicleta como un vehículo inadecuado para el transporte en la ciudad. Además, cualquier proyecto de infraestructura ciclista debe ir acompañado de un programa de promoción que incentive su uso.

Creer que la infraestructura ciclista debe ser segregada o construida en los camellones
Existe una amplia gama de tipologías de infraestructura vial ciclista que responde a las características de volumen y velocidad del tránsito automotor (en algunas ocasiones se debe segregar pero no siempre es necesario). La infraestructura sobre camellones aumenta el riesgo de accidentes ciclistas por conflictos en las intersecciones.

Creer que el proceso de implementación de infraestructura ciclista termina el día de inauguración
Todo proyecto de vía ciclista debe considerar su operación y mantenimiento a futuro. Se debe construir con materiales de calidad para reducir los costos de mantenimiento, además de elaborar evaluaciones regulares, como los conteos ciclistas anuales, para justificar la implementación. (Tomo I, p. 80-81)

Su objetivo no es ser un manual de conducción de bicicleta en la ciudad sino la forma como debe ser considerada por la ciudad: como un medio de transporte, tal como lo han venido haciendo durante décadas los ciclistas que hacen grandes recorridos o dan la vuelta al mundo en ellas.

“Las ciudades más vanguardistas y de competitividad mundial están privilegiando a los peatones, los ciclistas y los usuarios del transporte público sobre el transporte individual motorizado.” (T I, p. 43)

Contenido

Tomo I: La movilidad en bicicleta como política pública
Dirigido a tomadores de decisiones en los gobiernos estatales y municipales, es un documento que aborda la necesidad de incorporar una política pública sobre la movilidad en bicicleta. En él se hace un diagnóstico de la movilidad urbana, beneficios del uso de la bicicleta, jerarquía de transporte y prioridad de los usuarios de la vía, los criterios rectores de la planeación ciclo-incluyente, los componentes de la política pública y consejos de los primeros pasos a realizar.

Tomo II: Programa de Movilidad en Bicicleta
Es un documento que plantea la incorporación de la bicicleta en los diversos aspectos de la administración gubernamental. Los tomadores de decisiones en gobiernos estatales y municipales encontrarán cómo implementar un programa: diagnóstico, visión, objetivos, metas y acciones; estructura orgánica y cambio normativo; asignación de recursos; monitoreo y evaluación.

Tomo III: Red de movilidad en bicicleta
Los técnicos que planifican el desarrollo urbano y el transporte podrán utilizar este documento para diseñar una red de movilidad en bicicleta. Su objetivo es dotar a las ciudades de una estrategia espacial que guíe y priorice las intervenciones en la infraestructura vial. Los temas desarrollados son: función y jerarquía de las vialidades, criterios para la elaboración de una red ciclista, análisis de demanda y pacificación del tránsito.

Tomo IV: Infraestructura
Es un documento de carácter técnico que describe los principios de diseño y estándares para proyectar infraestructura vial ciclista. Los funcionarios de las direcciones de obra pública, proyectistas y ejecutores en general encontrarán en este tomo los criterios de diseño, las técnicas de ingeniería vial para crear infraestructura ciclo-incluyente, las características de los diferentes tipos de vías ciclistas y la señalización a utilizar.

Tomo V: Intermodalidad
Es un documento que presenta las diferentes formas de integración entre el transporte público y la bicicleta. Los tomadores de decisiones y el personal técnico podrán consultar en él cómo la bicicleta complementa al transporte público, las medidas para lograr la accesibilidad ciclista y los parámetros para el estacionamiento de bicicletas, así como los elementos para implementar sistemas de bicicletas públicas y servicios de ciclotaxis.

Tomo VI: Educación y promoción
Dirigido a funcionarios y miembros de organizaciones civiles, es un documento que sintetiza las mejores prácticas para la educación, capacitación y promoción del uso urbano de la bicicleta. Retoma experiencias en torno a la implantación de una cultura ciclista y difusión de acciones que fomentan su uso como modo de transporte.


Puedes bajar los diferentes tomos haciendo click en cada una de las portadas (se redireccionará al sitio oficial del libro: Ciclociudades.


Página oficial de Ciclociudades



 



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