Volaron en parapente de la cumbre del Everest hasta Namche Bazar: más de cinco kilómetros abajo. Pero aún les falta porque quieren llegar al mar usando sus pies, bicicleta y kayak doble.
…desde donde el agua nace, de la fuente Suprema, hacia donde el agua se divide en diferentes egos y tienen nombres diferentes, hasta donde el agua de vuelve a unir y todos los ríos se vuelven uno con el océano…
El pasado 21 de mayo, Lakpa Sherpa y Sanu babu Sunuwar despegaron en parapente de la cumbre del Everest y aterrizaron en el aeropuerto de Namche Bazar, a una distancia aproximada en línea recta de 30 kilómetros y con un desnivel de 5,410 metros. Con esto rompían el récord mundial de vuelo en altitud en parapente porque además, llegaron a tener corrientes termales que los llevaron hasta 30 metros por encima de la cumbre (8,880 metros en total). En su viaje sobrevolaron el Nuptse.
Lakpa y Babu en la cumbre del Everest.
Fotos: cortesía appifly.org
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Ese salto en parapente fue sólo el primer paso en su proyecto que durará algunas semanas más y que tiene por objetivo llegar al mar caminando, en bicicleta y kayak doble en ríos de una dificultad hasta clase 5 (el máximo es el grado 6, que ya no es navegable).
Para Babu, la intención del proyecto es simple: “…desde donde el agua nace, de la fuente Suprema, hacia donde el agua se divide en diferentes egos y tienen nombres diferentes, hasta donde el agua de vuelve a unir y todos los ríos se vuelven uno con el océano”, una manera de ver el mundo que sólo los sherpas tienen, más que romper o establecer un récord al estilo occidental.
En pleno vuelo
Sobrevolando la cumbre del Everest sin oxígeno.
Aunque Lakpa Sherpa no sabe nadar, a los 28 años es un piloto reconocido de parapente y un montañista que también ha estado en el Karakorum. A la cumbre fueron cuatro: Phu Dorge Sherpa, Nima Wang Chu Sherpa, Babu Sunowar y Lakpa Sherpa. En su camino a la cumbre, perdieron un tanque de oxígeno y Lakpa le dio el suyo a Babu y continuó sin él. Y no sólo eso: se la pasó cantando durante el vuelo, sin importar la altitud.
El proyecto es de gran importancia no sólo para la comunidad sherpa, que ha estado demostrando que puede hacer algo importante por sí misma y no ser sólo la sombra de sus clientes, sino también a nivel deportivo, porque hasta ahora nadie lo había hecho. Lakpa y Babu esperan terminar su proyecto en tres o cuatro semanas.
Lo cierto es que este fue el descenso más veloz del Everest. Sólo de imaginar qué es estar en la cumbre más alta del mundo a muchos grados bajo cero y ese mismo día estar en Namche Bazar descansando y pasando “calor”, es suficiente para hacerse una idea de lo que hicieron. Casi cinco kilómetros y medio de desnivel. Increíble.
