Una vivencia de 127 horas fue reducida a 94 minutos. Poco se puede decir con esa compresión de tiempo, salvo que el resultado es otro que el libro, pese a ser una buena película.
Tú creaste este accidente. Tú querías que fuera de esta forma. Te habías estado dirigiendo hacia esta situación por largo tiempo. Mira qué tan lejos fuiste a encontrar este agujero. No es que estés recibiendo lo que mereces, estás consiguiendo lo que querías.
Aron Ralston
127 horas es la interpretación en pantalla grande de la historia de Aron Ralston narrada brillantemente en Between a rock and a hard place. Aunque aún no se estrena en cines, el ansia de verla ha ido creciendo, sobre todo por la noticia reciente de haber sido nominada a seis Óscares, entre ellos la mejor película y el mejor actor.
127 horas habla de un hombre que no contesta el teléfono, desperdicia el agua y prácticamente le importa poco el mundo con tal de irse solo al desierto de Utah, sin avisar a nadie y a quien no le hace mella el caerse de la bicicleta en pleno desierto para tomarse una foto sonriente. “Tan solo yo, la música y la noche”.
Ese hombre sufre un accidente en donde su mano derecha queda atrapada o, mejor dicho: atascada. Sencillamente no puede salir. Días después, el hombre tiene una visión en donde sus amigos y familia están presentes. Como una despedida, los ve a todos. Convencido de que no pasará de esa noche, graba en la pared la fecha y un RIP junto a su nombre.
Pero a la mañana siguiente sigue vivo. Despierta y ve a un niño y después se ve a él mismo jugando con ese niño. La conclusión lógica: su hijo que aún no ha engendrado. Eso le mete furia y termina por cortarse el brazo y quedar libre, para después bajar por el cañón, hacer un largo rapel, tomar agua asquerosa (lleva días en el desierto y su agua no fue nunca suficiente) y ser rescatado.
Esa es la historia de Aron Ralston desde Hollywood y debo decir que aunque es una muy buena película, cambia profundamente el sentido que el propio Ralston narra en su libro de una manera tan profunda. Sin embargo, hay que ver que el autor tuvo que dar su consentimiento y cobrar los derechos de autor para que se produjera esa película y seguramente está encantado con poder asistir a la ceremonia de los Óscares.
Lo que es excelente en la película es el desarrollo de la caída y de cómo queda su brazo atrapado. Eso, por más que lo leí en el libro, jamás pude hacerme una idea precisa. También es impresionante cómo se siente un alivio cuando queda libre, con su brazo muerto aún atrapado entre la roca y la pared. Y no un alivio del actor, sino de quienes veíamos la película.
La fotografía, excelente, lo mismo que la edición, que en este caso específico acelera la información en lugar de hacerla lineal. La actuación de James Franco es estupenda. En pocas palabras, una buena película, pero desde el punto de vista del montañismo, solo deja el mal sabor de boca que se ha estado ventilando en algunos sitios:
“Yo diría que para nada es una película que muestre técnica y me quedo con la reflexión de siempre avisar a alguien a donde voy.”
Cierto. Aunque leyendo el libro uno se percate de quién era en ese momento Aron Ralston, la película en sí, que llegará a muchas más personas que el libro, no lo explica. Existe ese vacío. Una aclaración: la escena donde se corta el brazo y que aparece total en la película, puede ser fuerte para algunas personas.
Datos curiosos
El título “127 horas” aparece hasta el minuto 16.
Aunque la historia dura seis días, el vello facial de James Franco no crece en absoluto.
Después de haber amputado su brazo casi hasta el codo, al final se ve a James Franco nadando en una piscina con casi todo el brazo, disimulando lo más posible la mano del actor.
Ficha Técnica Título original: 127 hours
País: EUA
Idioma: Inglés
Reparto: James Franco, Kate Mara, Amber Tamblyn
Estreno: Septiembre 4, 2010
Locaciones: Moab, Utah
Producción: Cloud Eight Films, Film4, Everest Entertainment, Darlow Smithson Productions, Dune Entertainment III, Handmader Films, Pathé.
Director: Danny Boyle
Guión: Danny Boyle y Simon Beaufoy, basado en el libro de Aaron Ralston: Between a rock and a hard place.
Duración: 94 minutos