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Montañismo y Exploración
Lesiones en escalada
9 febrero 2007

En escalada se producen lesiones principalmente en las manos y brazos. Qué tipo de lesiones y cómo comprenderlas si no se es médico depende de seguir el sencillo protocolo RICE (reposo, hielo, compresión y elevación), que puede seguir todo escalador mientras llega al médico.







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Analizando variables demográficas, durante los últimos 10 años encontramos los siguientes cambios:

  • Los mejores escaladores son cada vez más jóvenes
  • Los escaladores son cada vez más delgados
  • Cada vez hay más escaladores que realizan ejercicios de calentamiento y estiramiento
  • El ochenta por ciento de la muestra analizada tiene un plan de entrenamiento

La medicina deportiva distingue entre lesiones agudas y síndromes por sobrecarga. Las lesiones agudas son causadas por un trauma agudo, como cuando estás agarrando un monodedo, se te escurren los pies, te quedas colgando del agujero, te rompes uno de los ligamentos laterales del dedo y te fracturas el hueso del dedo. Un síndrome por sobrecarga es la culminación del estrés sufrido por una zona determinada durante mucho tiempo, como hacer 300 dominadas al día todos los días y al final notar una sensación de quemazón en los codos. Este capítulo se centrará en las lesiones agudas, mientras que el capítulo 3 se dedicará a los síndromes por sobrecarga.

Los accidentes en montaña a menudo son complejos y por tanto difíciles de clasificar en categorías particulares, pero hay disponibles datos bastante exactos sobre las lesiones que tienen lugar en los rocódromos. En Europa, los rocódromos deben cumplir ciertas medidas estándar para garantizar su seguridad, y las presas también deben responder a sus propios estándares de seguridad. En un estudio de Reino Unido solamente ocurrieron 55 accidentes en 1,021 millones de visitas al rocódromo. En nuestro estudio de rocódromos de Alemania, en los que se registraron 21,126 visitantes, solamente ocurrieron 4 accidentes. Esto significa que en Reino Unido tienes un 0.06% de probabilidad de sufrir un accidente, mientras que en Alemania la probabilidad es del 0.016% por visita. ¡Probablemente tienes más probabilidades de sufrir un accidente conduciendo camino del rocódromo que durante tu entrenamiento!

En este estudio denominamos lesión a cualquier trauma que necesita de una consulta inmediata a un médico. Las lesiones más leves y frecuentes, como las de las cápsulas articulares o los sobreesfuerzos en los dedos, no figuraban dentro de los datos recogidos.

Desde la perspectiva de la medicina deportiva, hemos visto que el entrenamiento de la escalada ha sufrido un cambio a mejor en los últimos años.

Un estudio sobre escaladores que habían sufrido alguna lesión en los últimos 10 años arroja interesantes resultados:

  • Más del ochenta por ciento de las lesiones y síndromes de sobrecarga se concentran en la parte superior del cuerpo
  • Más del cincuenta por ciento de las lesiones y síndromes de sobrecarga están en las manos.
  • El 69% de los problemas eran síndromes de sobrecarga, el resto eran lesiones severas.
  • De 284 escaladores, 22 necesitaron cirugía a causa de fracturas, lesiones en los tendones o síndromes de compresión nerviosa.
  • De 284 escaladores, 16 se quejaban de dolor lumbar recurrente.
  • De 284 escaladores, 31 padecían un aumento de la tensión muscular a lo largo de la espina dorsal.
  • De 284 escaladores, 5 se habían sometido a cirugía espinal por prolapsos del núcleo pulposo de los discos intervertebrales (hernia discal).
  • La lesión más frecuente fue la rotura de poleas.
  • El síndrome de sobrecarga más frecuente era la tenosinovitis en los dedos, y cada vez había más casos.
  • En relación a 10 años antes, están aumentando los problemas de hombro y pie.

Lesiones y síndromes de sobrecarga en 284 escaladores:

Inflamación de las vainas tendinosas
62
Hinchazón en las articulaciones de los dedos
47
Codo de tenista
38
Lesiones de polea
37
Síndromes de compresión nerviosa
21
Fracturas
21
Sobreesfuerzo tendinoso
12
Síndromes de sobrecarga en el hombro
7
Lesiones de menisco
7
Lesiones en los tendones flexores
2

Desglose de las zonas en que estos 284 escaladores sufrieron síndromes de sobrecarga o lesiones

Mano
55
Codo
18
Pie
8
Hombro
8
Espalda
7
Rodilla
4

Los escaladores que entrenan adecuadamente han dejado de utilizar los métodos de sargento de hierro, como dejarse caer de presa en presa hasta que se les rompen las manos. Las tablas multipresa, que cuando aparecieron eran una gran fuente de lesiones, han perdido su hegemonía y ahora se usan de una manera mucho más responsable. Por su parte, los fabricantes de presas artificiales diseñan material menos lesivo. Muchas de las lesiones que sufrieron los deportistas de nuestro estudio mientras escalaban o entrenaban, tuvieron lugar por una caída descontrolada o por un inesperado resbalón de un pie.

Antes de empezar a tratar las particularidades de cada lesión, probablemente lo correcto es definir algunos términos médicos básicos.

Las contusiones son las lesiones deportivas más frecuentes. Las contusiones ocurren cuando los tejidos superficiales  son golpeados o los tejidos musculares sufren ligeros desgarros después de haber recibido un golpe. Estos desgarros tienden a romper los vasos sanguíneos, lo cual conduce a un hematoma visible o, en otras palabras, a un cardenal.

Los desgarros y distensiones musculares son lesiones en las que se observa una discontinuidad entre fibras. A menudo es difícil distinguir entre un desgarro y una distensión, ya que el punto de transición entre ambos no está muy definido.

Los esguinces o torceduras ocurren cuando se fuerza una articulación más allá de su rango de movimiento, pero no se llega a desencajar completamente. Un esguince severo puede conllevar a la rotura de los ligamentos, en la que el diagnóstico y el tratamiento precoces son esenciales para una rehabilitación adecuada.

Fracturas y luxaciones ocurren con menos frecuencia pero son suficientemente comunes como para que los tratemos. Una fractura es la rotura de un hueso y una luxación es el desplazamiento de un hueso fuera de su lugar que ocupa dentro de una articulación. Si estás leyendo esto porque acabas de lesionarte, puede que estés buscando algún tipo de remedio. Lo primero que deberías hacer es acudir al médico. Entre otras cosas, probablemente te va a prescribir RICE. El acrónimo RICE hace referencia a cuatro palabras inglesas: rest (reposo), ice (hielo), compression (compresión) y elevation (elevación). Estas cuatro pautas constituyen uno de los métodos más comunes de tratamiento inmediato de lesiones.

Reposo

El dolor es una alarma. Es un aviso de que algo se ha dañado en el cuerpo y por eso no lo deberías ignorar. Después de cualquier lesión, deberías atender al dolor y descansar inmediatamente. Ten en cuenta que el grado de dolor no siempre refleja la gravedad de una lesión. Por ejemplo, un desgarro de ligamentos en el tobillo es frecuentemente más doloroso que una rotura completa de dichos ligamentos. Esto es porque cada distensión estira los receptores del dolor, mientras que una rotura completa cercena los receptores, impidiéndoles enviar cualquier señal de dolor. A menudo en una rotura completa de ligamentos el dolor llega más tarde, cuando la zona se empieza a inflamar.

Hielo

Inventada hace 4,000 millones de años, esta combinación de átomos de hidrógeno y oxígeno congelados no ha sido mejorada aún. Oirás mencionarlo cada vez que hay una lesión o tras una intervención quirúrgica, y por buenas razones. Los efectos de enfriamiento del hielo son tan eficaces para reducir la inflamación y el flujo sanguíneo como los de cualquier medicamento del mercado. Al lesionarlos, hay que aplicar hielo a la zona afectada tan pronto como sea posible. El hielo, o las bolsas de gel como las coldpack (derivados químicos de lo mismo… el frío) deben aplicarse sobre el área durante unos 20 minutos. Después de retirarlo habrá un incremento de flujo sanguíneo, que se puede remediar mediante compresión (ver más abajo).

Evita colocar el hielo o la bolsa directamente sobre la zona, porque es fácil que tu piel se queme debido al efecto del frío. Una toalla fina colocada entre el hielo y tu piel proporciona suficiente aislamiento a la vez que permite que el frío penetre. Se ha demostrado que la temperatura más efectiva para enfriar una lesión con seguridad con los 4º Celsius del agua helada. Una forma fácil de obtener agua a esta temperatura es usar la técnica del hielo caliente, poniendo cubitos de hielo en agua fría.

Para problemas crónicos, se ha probado que es muy efectivo aplicar hielo durante cinco a diez minutos. El incremento del flujo sanguíneo (hiperemia reactiva) que se da inmediatamente después de retirar el hielo es la parte más efectiva del tratamiento. La llegada de la sangre aporta los nutrientes necesarios para la curación, de modo que incluso puede ser bueno frotar la zona con alcohol para proporcionar frescor. Sin embargo, el alcohol tiende a trabajar superficialmente, mientras que el frío del hielo puede penetrar en los tejidos de forma efectiva.

Compresión

El uso de la compresión sólo es necesario en lesiones agudas. Después de aplicar hielo los capilares se dilatan, aportando un flujo de sangre excesivo hacia la lesión. Este efecto, la hiperemia reactiva, hay que evitarlo mediante compresión en  una lesión aguda. Sin la compresión, puede volver a aparecer la inflamación, con lo que el flujo sanguíneo se restringiría de nuevo. Hay que aclarar un punto: la compresión es algo recomendable, pero asegúrate de evitar la constricción. La curación se ralentizará si aplicas un vendaje compresivo tan apretado que corte la circulación.

Elevación

Por elevación entendemos el acto de mantener el área lesionada por encima del nivel del corazón. Elevar el miembro lesionado ayuda a reducir la inflamación y mejora el retorno sanguíneo desde la lesión hacia la parte central del cuerpo.

 

Tomado de Thomas Hochholzer y Volver Schoefl. Un movimiento de más. Cómo entender las lesiones y síndromes de sobrecarga en la escalada. Ediciones Desnivel, Madrid. 2006. 224 páginas. ISBN: 84-9829-018-X. Páginas 37-41



 



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