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Montañismo y Exploración
Las rutas clásicas del Popocatépetl
1 noviembre 2000

CAÑADA DE NEXPAYANTLA Lugar: Volcán Popocatépetl, Parque Nacional Izta-Popo Estado: Puebla y Estado de México Ruta: Directa y Cañada de Nexpayantla Tipo: Descenso Nivel: Difícil Temporada óptima: Principios de año, preferentemente después de las grandes heladas de fines de enero. …







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CAÑADA DE NEXPAYANTLA

Lugar: Volcán Popocatépetl, Parque Nacional Izta-Popo
Estado: Puebla y Estado de México
Ruta: Directa y Cañada de Nexpayantla
Tipo: Descenso
Nivel: Difícil
Temporada óptima: Principios de año, preferentemente después de las grandes heladas de fines de enero.

El Popocatépetl tiene una fuerte actividad actual.
Ninguna de las rutas se recomienda.

La Cañada de Nexpayantla es la única ruta de descenso del volcán que tiene hielo. Se trata de una profunda hendidura en la tierra que llega a medir hasta 150 metros de profundidad y a la cual llegan todas las rocas que caen desde el Abanico, razón por la cual la temporada debe ser la más fría y el descenso debe realizarse lo más rápidamente posible. A un lado de la Cañada está la Torre Negra, montaña que no se ve desde Tlamacas pero cuyo lado occidental es una enorme pared de roca de más de 400 metros de altura. Esta pared tiene una orientación oeste, por lo que los rayos del sol le dan solamente por la tarde.

La erosión que ha sufrido la montaña ha sido tan general que cuando no hay heladas las rocas comienzan a desprenderse alrededor de las 10 de la mañana o antes, hora en la cual ya debe haber salido uno de la Cañada para evitar accidentes. Hay que recordar que ésta es una ruta donde la técnica debe ser aplicada a la perfección y no deben cometerse errores.

Se inicia el ascenso por la ruta Directa hasta llegar al collado de la Torre Negra. Para distinguir mejor este lugar, punto clave de la entrada a la Cañada, se puede recurrir a la identificación de varios puntos:

  • La vereda en la ruta Directa es siempre ascendente hasta que se pasa por un tramo rocoso y se desciende hasta un colado pequeño.
  • Después de este collado, para continuar por la ruta Directa, hay que pasar por una especie de monte de piedras amontonadas.
  • Es el primer lugar desde el cual se puede apreciar con toda claridad y completamente el Abanico o Ventorrillo.
  • Hacia el lado derecho, se ven dos grandes torres de roca (llamados los Colmillos), tras de los cuales se puede ver el fondo de una barranca.
  • Desde el collado se puede bajar cómodamente por una pendiente de arena muy inclinada hasta el inicio de la Cañada.

El siguiente paso es llegar a la entrada de la Cañada. Hay que seguir toda la pendiente arenosa hasta llegar al fondo, sin tomar caminos que parezcan ser los verdaderos. Hay que recordar que se va al fondo de un río y que, aunque esté seco o sea de hielo, siempre será el punto más bajo.

La entrada a la Cañada está marcada por una pequeña pared de ocho metros donde hay un par de clavos para hacer el rapel. Después de bajar este pequeño salto y haber quitado la cuerda, es difícil regresar por donde se ha venido. El segundo rapel tiene cinco metros y es más un pequeño salto en el que no sería necesario usar de técnicas de rappel si no fuera por la capa de hielo cristalino que cubren las rocas.

El tercer descenso es un salto de 18 metros que tiene dos problemas técnicos: el primero es que la bajada tiene que hacerse sin que los pies toquen la pared extraplomada; el segundo es que se trata de la única vía por donde bajan las aguas del deshielo, por lo que generalmente el alpinista queda empapado. Después de bajar este pequeño salto y haber quitado la cuerda, es extremadamente difícil regresar por donde se ha venido.

La cuarta pared por descender es la más larga: veinticinco metros en una pendiente de 60 grados pero con la desventaja de estar en pleno chorro de agua. Al final de este descenso se puede ver otra "cañada" que sube hacia la derecha (viéndola desde abajo) y que generalmente está cubierta de hielo. Este es el punto donde las paredes de la Cañada tienen mayor altura y donde uno está más desprotegido, pues las rocas pueden caer de ambos lados y para muestra está un gran tronco de más de doce metros de largo a tan sólo unos pasos de donde se termina este rappel.

Existe un paso complicado, aunque no es un rapel: hay que bajar desescalando por uno de los dos lados de una gran roca de once metros de altura. Cuando la cañada está llena de nieve, es conveniente hacerlo por el lado derecho porque hay más lugares donde clavar el piolet y los crampones al hielo. En cambio, cuando la nieve no llega hasta ahí, el lado más conveniente es el izquierdo. (Se puede colocar una cuerda ahí para facilitar el descenso, sobre todo si se trata de un grupo numeroso).

El último descenso con cuerda mide cuatro metros, pero es complicado por lo extraplomado y resbaloso. Generalmente, a esa altitud ya no hay hielo y queda muy poca nieve. Desde aquí hay que caminar cinco minutos y se sale a un valle muy amplio lleno de pastizales y donde abunda el agua limpia del deshielo. Este lugar recibe el nombre de Cruz de Coyotes. Aquí terminan los problemas técnicos.

Para salir de la Cañada existen dos opciones: la primera es subir hacia Tlamacas por una pendiente cubierta de pastos y a menudo lodosa. La segunda es continuar por el fondo de la Cañada. En el primer caso, no existe una vereda definida porque casi nadie la utiliza y es más fácil encontrar una que sea menos problemática que la que se describa aquí.

En la segunda opción hay que continuar por la Cañada. Existen lugares bellísimos donde ambas paredes parecen tocarse por encima de las cabezas de los alpinistas y donde la fotografía es más que deseable (hay que llevar rollos de alta sensibilidad y filtros de gradación neutra). El camino se topa con una rapel más que mide cincuenta metros y baja por un lado del gran chorro de agua. Este salto casi nadie lo hace porque implica una mojada completa y prefieren evitarlo subiendo a una loma por una empinada pendiente donde hay que sujetarse de ramas y raíces bien descubiertas gracias al paso de los alpinistas. Después, el camino transcurre normal hasta que se encuentra con una terracería para autos que se dirige hacia la derecha y termina en la carretera que sube a Tlamacas, frente a lo que antes era la caseta de la forestal, una construcción que se ha ido desmantelando pero de la cual todavía quedan algunos signos.

Desde la Caseta de la Forestal se puede conseguir un transporte colectivo que baje de Tlamacas, pero es difícil porque generalmente llevan ya su cupo lleno. Es preferible caminar una hora más por las veredas que van paralelas a la carretera y llegar hasta el pueblo San Pedro Nexapa, desde donde salen autobuses colectivos, microbuses y taxis a Amecameca. Desde ahí, el regreso a la Ciudad de México es por el servicio de microbuses que llegan a la estación del Metro Candelaria.

Observaciones:

  • Es recomendable que se instalen cuerdas en todas las paredes por descender, sin importar su altura, así como en todos los pasos que tengan hielo cristalino, sobre todo si en el grupo se encuentra gente que no domina el manejo de crampones y piolet.
  • Cualquier piedrecilla, por diminuta que sea, puede producir un gran daño si cae sobre una cabeza desprotegida, por lo que es importante que todos lleven casco y nunca se lo quiten.


© Publicado originalmente en Xtreme: the Outdoors in Mexico Homepage, 1995. Noviembre 1 de 2000.



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