follow me
Montañismo y Exploración
SOLO EN LA ENCANTADA

La sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, es una de las más difíciles de México. Las vías para ascender al Picacho del Diablo tienen altas dificultades. Esta es la crónica de una exploración a la sierra más difícil de México, por la vía más difícil, en el tiempo más difícil (invierno) y completamente solo.







  • SumoMe

HIELO Y VIENTO

Debía apurarme: en invierno sólo se dispone de nueve horas de luz y el resto hay que pasarlo en la oscuridad. Alrededor del mediodía, los arbustos eran tan abundantes y espesos que se convirtieron en un problema y a veces prefería escalar que abrir paso a través de ellos. La ruta se hacía cada vez más evidente porque estaba cada vez más alto, pero con menos alternativas: se podía seguir por ahí, pero por ningún otro lado. Los arbustos bloqueaban a veces totalmente el camino. "Es cansadísimo, mucho más que si escalara, pero no hay más. He tenido que andar rompiendo ramas con manos, brazos y pies para poder pasar".

Cada alto para descansar era una anotación en mi bitácora: necesitaba "hablar" con alguien. Cuando me dejaron en el desierto, había caminado y avanzado lo más rápido posible en el cañón. Sin embargo, el segundo día me había espinado con un maguey y grité. De esta manera me di cuenta que no había hablado en esos días. A partir de entonces canto mentalmente:


A pesar de todo

me trae cada día

la loca esperanza

la absurda alegría.

A pesar de todo

la vida que es dura

también es milagro

también aventura.

A pesar de todo

irás adelante

la fe en el camino

ser tu constante.


Por eso me detenía y escribía. Por eso cantaba.

A las tres de la tarde me hallé frente a una roca muy inclinada. No había otro paso, pero estaba cubierta por una capa de hielo cristalino de una pulgada de espesor. Eran veinte metros que debía escalar con la mochila a la espalda, veinte metros en los que no debía tratar al hielo con suma delicadeza y energía al mismo tiempo: un poco más fuerte y se quebraría, un poco menos fuerte y no podría apoyarme. En cualquier caso acabaría, según me parecía entonces, donde había dormido seis días antes.

Llegué arriba muy cansado. Mi vivac está cerca de esta escalada. Me detuve temprano porque estoy cansado y lo que viene es un laberinto que necesita revisarse con detenimiento. Además no queda mucho tiempo de luz. He abandonado la idea de levantar la tienda de vivac porque no puedo armarla dado el frío que hace. Es tremendo: el agua de los bidones ya estaba congelada cuando la quise tomar. Además, esta vez no tengo la recompensa de una fogata, porque no hay espacio para ella en esta pequeña repisa. En el camino he perdido los guantes y creo que voy a necesitarlos mucho, pues todavía queda hielo que escalar.

Páginas: 1 2 3 4 5 6



 



Suscríbete al Boletín

Google + Facebook Twitter RSS

 

Montañismo y Exploración © 1998-2023. Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con SIPER
Diseño por DaSoluciones.com©